Elecciones estrechamente vigiladas
as elecciones en seis estados de la República, a celebrarse hoy, han despertado cierta expectación. La elección extraordinaria en Puebla para elegir a un gobernador, después de la trágica muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso, es la que más atrae la atención del país.
Lo que hace particularmente relevante a este proceso electoral es que se desarrolla en el nuevo régimen que ha prometido la erradicación del fraude electoral y el paso a una nueva etapa de usos y costumbres para romper con la tradición de trampas electorales que se han presentado desde los albores de la República en 1828. Además, esto ocurre dentro de un marco jurídico distinto: la Fiscalía General de la República ha adquirido autonomía constitucional y por lo tanto también la Fiscalía Electoral. Son instrumentos renovados que se ponen a prueba.
Jorge Carpizo decía que la característica principal de las elecciones mexicanas era la de ser una feria de las desconfianzas
. Este hecho hizo que se volviera un verdadero vicio la reforma cíclica a las leyes electorales que en el viejo régimen intentaba crear la ilusión de certidumbre y mantener las ventajas para definir por medios no electorales a quien sería el triunfador, al menos en las elecciones presidenciales.
Dos características puedo señalar como diferencia entre estas elecciones y las anteriores. La primera es la actitud distinta del gobierno federal, y suponemos que favorable al sufragio efectivo. La segunda es que a raíz de la gran desconfianza estas elecciones son muy vigiladas, quizás excesivamente vigiladas. No sólo el INE y la Fiscalía Electoral federal, además de las fiscalías locales, están observando con lupa la preparación de estos comicios; por primera vez intervienen, para cerciorarse de su pulcritud, otras autoridades en cada una de las seis entidades: los gobiernos locales, las agencias de inteligencia del Estado, las policías de los diferentes niveles, el Ejército y la Marina; así como las secretarías de Gobernación, de Seguridad Pública y Protección Ciudadana y la del Bienestar, junto con las dependencias de protección civil de los estados. Si este sistema funciona, podemos confiar en que estas elecciones serán libres y justas.
Colaboró: Mario Antonio Domínguez