El presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al Senado un periodo extraordinario de sesiones con la finalidad de se que ratifique el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Para iniciar este proceso, ayer por la tarde envió a funcionarios de alto nivel a ese órgano legislativo para que entreguen el documento del acuerdo comercial, el protocolo y el reporte.

El mandatario se mostró confiado en que se aprobará el tratado, porque sólo requiere mayoría simple, y rechazó contar con un plan B o que se reabra la negociación.

Con la aprobación del acuerdo vamos a ir mejor en lo económico, dijo, e insistió en que este año la economía crecerá 2 por ciento. Señaló que los pronósticos del Banco de México de una baja en las expectativas de crecimiento, de entre 0.8 y 1.8 por ciento, fueron sólo para el trimestre.

Afortunadamente está sana la hacienda pública. No es para presumirles, pero tenemos reservas suficientes, no tenemos ningún problema.

Un día después de su encuentro con Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), López Obrador indicó que con este organismo habrá una nueva relación que implica, en lugar de recursos económicos, un acuerdo sobre combate a la pobreza, defensa del medio ambiente y equidad.

La agenda ya no se elaborará desde el extranjero, dijo. “¿Cuál era la agenda que imponían? Las llamadas reformas estructurales, la energética, la fiscal, la laboral, etcétera… No queremos una ruptura con el FMI ni con ningún organismo financiero, económico o comercial, ni con ningún gobierno, pero como país libre ejercemos nuestro derecho a definir nuestras políticas”.

En Palacio Nacional, el mandatario acudió con los altos funcionarios que envió al Senado –los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Graciela Márquez; el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, y el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade–, para que detallaran el proceso de ratificación del acuerdo, sobre lo cual, dijo, estoy optimista.

▲ El presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que este año la economía crecerá 2 por ciento.Foto Roberto García Ortiz

Aunque los senadores han actuado siempre de manera muy responsable, recordó que el T-MEC es “benéfico para que haya más inversión extranjera –actualmente de 7 por ciento–, se estimule la participación de las empresas y la creación de empleos bien pagados”. El acuerdo “se va a aprobar sin dificultad, aun con las diferencias que pueda haber en Estados Unidos, de procedimiento y de fondo… Sin embargo, hemos sentido mucho apoyo de los actores principales (…) En Canadá no hay duda de que se aprueba”.

Los flujos comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá equivalen a 1.2 billones de dólares, expuso Graciela Colín. En el caso de México, los documentos entregados se turnaron a las comisiones de Relaciones Exteriores, de América del Norte y de Economía.

Ebrard resaltó que fueron superados los obstáculos que impedían iniciar el proceso de ratificación, al retirarse los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y el aluminio. Seade resaltó que se cumplió con tener la reforma laboral, que era un requerimiento total para llegar a esta fase. Confió en que la ratificación en las tres naciones se logre antes de agosto.

Aunque el acuerdo no incluye ningún apartado migratorio, el Presidente dijo que insistirán con Estados Unidos con el propósito de establecer un programa de cooperación para el desarrollo en Centroamérica y en México. Además, continúan las negociaciones sobre el arancel al tomate mexicano.

Seade mencionó que sobre el tema se considera el injuction (equivalente a amparo) interpuesto en Estados Unidos.