Las empresas constructoras o desarrolladoras deberán responsabilizarse por los daños que sus obras pudieran causar a las propiedades colindantes, los vecinos y los servicios básicos e instalaciones estratégicas, además de contratar una póliza de seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros en sus bienes y personas.

Lo anterior se prevé en la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil que aprobó ayer el pleno del Congreso de la Ciudad de México y entrará en vigor 60 días naturales posteriores a su publicación en la gaceta oficial.

Para obtener las manifestaciones de construcción, las desarrolladoras estarán obligadas a entregar un estudio de riesgos de obra, que a su vez deberá tener la opinión técnica de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del gobierno capitalino. Dicho estudio, considerará además los daños que pudiera sufrir la propia obra con motivo del impacto de fenomenos perturbadores, como un sismo.

La diputada de Morena, Esperanza Villalobos Pérez, quien presentó una de las iniciativas a partir de la cual se elaboró el dictamen, junto con el proyecto enviado por el Gobierno de la ciudad, señaló que estas disposiciones evitarán actos de corrupción, porque en muchas ocasiones la corrupción mata y aludió a los edificios de reciente construcción en la alcaldía de Benito Juárez que colapsaron en el sismo de septiembre de 2017.

La norma establece además la creación de comités de prevención de riesgos, para llevar a cabo acciones en materia de gestión, prevención y mitigación de riesgos; actualiza las facultades de las alcaldías para vigilar y verificar administrativamente el cumplimiento de las disposiciones en materia de protección civil y amplía de uno a dos años la vigencia de los programas internos que deberán presentar las dependencias, establecimientos mercantiles, empresas, e instituciones públicas, privadas o sociales.

La titular de la dependencia, Myriam Urzúa Venegas, quien acudió a la sesión del pleno en que se aprobó la ley, explicó que la norma se propone construir una verdadera cultura de la protección civil y transitar de un modelo reactivo a uno preventivo.