Amnistía Internacional (AI) alertó que las leyes en materia de seguridad pública que el Congreso de la Unión se dispone a aprobar son contrarias al derecho internacional, por lo que pondrían en riesgo las garantías fundamentales de la población y socavarían la estrategia de seguridad del nuevo gobierno.

Por separado, durante una conferencia internacional, Carlos Pérez Ricart, académico de la Universidad de Oxford, y Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Universidad Iberoamericana (Uia), difirieron sobre la Guardia Nacional. El primero aseveró que se ha perdido mucho tiempo debatiendo si tendrá corte civil o militar, cuando el énfasis debe darse en los mecanismos de control; en tanto, Tirado consideró que esa corporación se apuntala como un brazo armado de control y sometimiento político.

Si la Cámara de Diputados aprueba la legislación (avalada por el Senado el martes), la Guardia Nacional se constituirá en un todopoderoso cuerpo de seguridad, sin supervisión independiente, con perniciosas facultades, como detener a personas migrantes y permitir el uso de la fuerza si considera que las manifestaciones públicas no son legítimas, señaló Tania Reneaum, directora de AI México.

Advirtió que en estas leyes hay graves errores que podrían provocar más abusos en el país, por lo que instó a la Cámara de Diputados –donde se discutirá– a realizar las modificaciones necesarias para que las normas respeten el derecho internacional.

Salvaguardas para limitar el uso de la fuerza letal

Entre dichos errores ubicó la ausencia de mecanismos independientes de control del actuar de las policías y de la Guardia Nacional, así como la falta de salvaguardas para limitar el uso de la fuerza durante manifestaciones.

La esperada creación de una ley sobre el uso de la fuerza fue ensombrecida por contradicciones en su texto y errores técnicos que van desde las definiciones erróneas de esa facultad y de los tipos de armas, hasta requisitos insuficientes para autorizar el uso de fuerza letal. La norma tiene un peligroso listado de conductas que autorizarían utilizarla sin mayores controles y sin exigir una decisión que tome en cuenta las circunstancias de cada caso.

En tanto, durante la segunda Conferencia Internacional Seguridad Ciudadana: la Vía Civil, el investigador de la Universidad de Oxford planteó: La discusión central no debe estar en el carácter civil o militar de la Guardia Nacional, sino en los mecanismos de control que va a tener en su forma operativa, así como en su relación puntual con otros elencos del poder, como pueden ser las administraciones municipales y estatales, y en las policías locales.

El académico de la Uia señaló que la nueva corporación de seguridad nace, en términos sociales y políticos, como una semilla de riesgo autoritario y de usos represivos.

Desde la perspectiva integral de las relaciones civiles-militares, dijo, representa un error estratégico del gobierno y un grave riesgo para la viabilidad democrática.