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Son ensayos en un centro de Florida

EU usa videollamadas para recetar terapiasa menores migrantes

Cuesta mucho trabajo a los chicos expresar sus sentimientos a los especialistas por ese método

 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de mayo de 2019, p. 17

Homestead. El gobierno estadunidense ofrece terapia mediante videos a adolescentes alojados en el centro de detención más grande del país en esta localidad del estado de Florida, mientras busca formas de acomodar la creciente cantidad de niños que cruzan la frontera.

Expertos en salud mental y activistas de derechos humanos dicen que esa no es la forma de ayudar a jóvenes que llegaron a un país extraño, sin sus padres, con pocas pertenencias y a menudo se topan con pandillas violentas o sufren enfermedades durante el trayecto.

Una empresa privada, contratada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, es la que administra el centro de Homestead y ensaya ese programa, ha contratado a consejeros y supervisores en Texas, a unos 2 mil 575 kilómetros de distancia.

Los consejeros son a menudo los primeros que oyen hablar de las violaciones y golpizas que sufrieron los menores en sus casas o a manos de pandillas cuando empezaron el tortuoso recorrido desde Guatemala, Honduras o El Salvador. Algunas niñas que llegan al centro están embarazadas.

A los menores migrantes les cuesta mucho expresar sus sentimientos y confiar en los profesionales, dijo Martha Vallejo, trabajadora social de Miami que ha tratado con menores luego de que salieron de los centros de detención. ¿Cómo pueden sentirse cómodos hablando con alguien en una pantalla?

Los supervisores también usan videollamadas para hablar con los menores y sus parientes antes de que los chicos sean liberados. Uno de los muchachos que estuvo en el centro de Homestead, un guatemalteco de 17 años que poco tiempo después de llegar a Estados Unidos se enteró que tenía tuberculosis, le dijo al investigador de Amnistía Internacional, Brian Griffey, que así se comunicaba con su consejero.

Elena Reyes, directora del Centro para el Estrés y la Salud Infantiles de la Universidad Estatal de Florida, dijo que la terapia a distancia es cada vez más común en los sitios alejados donde no hay suficiente personal. Agregó que le parece poco probable que no haya personas bilingües que ofrezcan terapia directa en el centro de Homestead, a 48 kilómetros al sur de Miami.

La empresa contratista del gobierno indicó que apelaba a terapeutas y supervisores de Texas porque no había recibido suficientes solicitudes de empleo en Miami.

La directora de una organización local sin fines de lucro, Claudia Kitchens, que participa de una red nacional de profesionales especializados en traumas de la infancia, dijo que la compañía no la había contactado. Agregó que la organización ya colocó especialistas en dos albergues para migrantes menores de edad y tiene una oficina a 5 kilómetros del otro centro.

Las videollamadas no son una novedad. El gobierno ya las usó en visitas a migrantes menores de edad. También se amplió la atención médica a distancia para tratar a soldados en actividad y a veteranos de guerra con depresión o estrés postraumático. El de Homestead es el único de 168 centros para migrantes menores de edad que usa videollamadas para terapia.

Las instalaciones son las más grandes del país y otorgan alojamiento a 2 mil 200 niños, pero las autoridades dicen que se podría ampliar su capacidad a 3 mil 200. En teoría, los menores no pueden permanecer allí más de 20 días, pero algunos niños declararon a delegaciones legislativas y a abogados que llegaron a estar tres meses.

La terapia a distancia es otra afrenta, de acuerdo con activistas. Muchos chicos no habían visto nunca un teléfono celular, expresó J.J. Mulligan, abogado de la Clínica de Leyes de Inmigración de la Universidad de California de Davis.