Las relaciones entre Estados y México bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido hasta ahora amistosas; sin embargo, han surgido tensiones sobre varios temas clave, incluyendo la decisión mexicana de permanecer neutral en la crisis de Venezuela, dice un estudio del el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.

En el texto, México: antecedentes en las relaciones con Estados Unidos, con fecha del 2 de mayo, se expone que, los aranceles, los flujos migratorios y la seguridad fronteriza, son otros asuntos que causan fricciones.

El nuevo gobierno generalmente ha aceptado las políticas de migración y seguridad fronteriza de Estados Unidos, pero ha protestado recientemente por los retrasos en las aduanas fronterizas.

El Servicio de Investigación del Congreso reportó que el ex presidente Enrique Peña Nieto priorizó durante su administración la promoción del comercio y la inversión en México como objeto central de su política exterior.

Durante su gobierno, habló en la Organización de los Estados Americanos sobre el deterioro de la democracia en Venezuela, una actitud distinta para un país con un historial de no intervención.

En contraste, se destaca, el presidente López Obrador ha sostenido que la mejor política exterior es una sólida política interna. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, encabeza un retorno al enfoque tradicional y no intervencionista de México ante los asuntos de otras naciones.

En el texto se reporta que López Obrador invirtió el papel activo que México había desempeñado durante el gobierno de Peña Nieto para tratar de abordar la crisis en Venezuela. El gobierno mexicano no ha reconocido al opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, pese a la presión de Estados Unidos y otros para hacerlo.

Sobre migración, el servicio de investigación expuso en el trabajo que los cambios políticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han puesto a prueba las relaciones bilaterales.

Sus reiteradas afirmaciones de que México pagará por un muro fronterizo que resultó en que el presidente Peña Nieto cancelara una reunión de la Casa Blanca en enero de 2017 y continuó tensando las relaciones a lo largo de su mandato.

En el texto se expone que la administración de López Obrador tiene la visión de abordar el tema migratorio desde una perspectiva de protección a los derechos humanos, la no criminalización del fenómeno y cooperación con Centroamérica para atender las causas. Implementar esta visión hasta ahora ha resultado difícil en un entorno de flujos crecientes desde el Triángulo del Norte y la presión de Estados Unidos para limitarlos, se lee en el texto.