Buenos Aires. Ovacionada por miles de personas –que impusieron récord de asistencia en la Feria del Libro de Buenos Aires–, la senadora y ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presentó la noche del jueves su libro Sinceramente en una conferencia en la que reflexionó sobre el mensaje más profundo que intentó dar a la sociedad argentina. Abordó cuidadosa, pero incisivamente, las causas de la crisis que agobia al país y planteó elementos claves hacia las posibilidades reales de recuperación que tiene Argentina a pesar de las enormes dificultades que se enfrentarán.

Fue un relato con trasfondo de esperanza, partiendo de un momento sólo semejante a lo que aconteció antes de la crisis de 2001, que significó el reconocimiento del absoluto fracaso del neoliberalismo rampante, que sin ningún tipo de anestesia se impuso en el país desde los años 90, cuyas consecuencias llevaron a una salida equivocada del gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001), sucesor de Carlos Saúl Menem (1989-1999), quien dejó una destrucción similar a la de un país en guerra.

Ahora, con tres años de Mauricio Macri la situación es similar a la crisis de 2001, que se agrava con la destrucción de lo logrado durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner (2003- 2015).

Miles de interesados en la presentación del libro, en el Salón Jorge Luis Borges, el más grande de la Feria, quedaron afuera.

El representante de la editorial Penguin Random House, Juan Boido sostuvo que había sido un fenómeno sin precedente, ya que antes de salir el libro estaban vendidos 20 mil ejemplares y en horas se agotaron 60 mil, obligando a continuar imprimiendo hasta llegar a 350 mil ejemplares en menos de un mes.

La ex presidenta, agradeció a quienes compraron el libro a pesar de las grandes dificultades económicas y explicó que se decidió a escribir alentada por Alberto Fernández –ex jefe de gabinete del gobierno de Néstor Kirchner–, quien estaba angustiado ante la cantidad de cosas negativas, falacias y mentiras que llegaron a publicarse contra ella, su familia y su fallecido esposo.

Quiero que este libro sirva a los argentinos como un instrumento de discusión, de debate. No es la Biblia ni el Talmud ni el Corán; es simplemente un instrumento para discutir a partir de la experiencia, Lo que decimos no es para un congreso de (filosofía), no es teoría, es práctica y experiencia dura, con equivocaciones, aciertos y la convicción absoluta de estar haciendo lo mejor.

Entre el público se escuchaba la consigna: Cristina presidenta y también un esperanzado y fuerte ¡vamos a volver! en relación a las próximas elecciones de octubre, tema del que no habló la senadora.

Fernandez de Kirchner convocó a los argentinos a suscribir un nuevo contrato social con metas cuantificables que incluya a todos los sectores, desde empresarios a sindicalistas, intelectuales, trabajadores y beneficiarios de ayuda social. Recordó a los empresarios presentes: Para que una empresa gane plata tienen que ganar todos.

El contrato social entre los argentinos está pensado como algo verdaderamente sólido, a largo plazo, en una construcción que debía darse sin mezquindades, como aparece esbozada en su libro. Un nuevo y verdadero contrato social con derechos, pero también con obligaciones, que abarque no sólo lo social y lo económico, sino también lo político y lo institucional.