Quisiera que me trataran por lo menos como hacen con las vacas, fue lo que respondió un trabajador migrante de la industria lechera en Estados Unidos a integrantes de la Unión de Trabajadores del Campo (UFW, por sus siglas en inglés), narró Teresa Moreno, presidenta de la UFW, al exponer las condiciones en que labora ese sector.

En el conversatorio sobre los trabajadores agrícolas y jornaleros mexicanos en Estados Unidos, organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Romero comentó que aunque los abusos y violaciones de derechos humanos de campesinos ocurren en todos los sectores, en el lechero se agudizan.

En las lecherías existen muchos abusos. Trabajan de 14 a 16 horas al día sin descanso y a veces sin tiempo para comer. Tienen temor de hablar sobre sus condiciones laborales por el riesgo de perder el empleo.

Comentó el caso de Josefina Luciana, quien perdió todos los dientes de enfrente tras ser pateada por una vaca, y que no recibió ayuda médica ni del supervisor ni del dueño del lugar.

Habló del acoso sexual hacia las mujeres, el que ocurre incluso enfrente de sus esposos, y de un trabajador que les contó que cuando pedía agua le decían que tomara de donde bebían las vacas, porque si ellas no se han muerto, ustedes tampoco.

Sostuvo que estos empleados laboran hasta muy tarde, y la falta de luz en el campo ha provocado accidentes mortales.

En este contexto, la UFW asesora a 12 migrantes en una demanda contra la trasnacional Darigold, por discriminación, acoso sexual y otros abusos.

Moreno fue distinguida la semana pasada por el gobierno mexicano con el reconocimiento Ohtli, el cual le fue entregado en Washington por la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, por su labor de defensa de mexicanos en ese país.

Debemos trabajar juntos y encontrar soluciones, porque no sólo con un contrato sindical vamos a proteger a estos trabajadores, advirtió la activista.

Siendo la primera mujer que toma la presidencia de la UFW, organización fundada por César Chávez, defensor de los derechos de los trabajadores agrícolas, sostuvo que aunque la situación de los jornaleros nunca ha sido óptima, ahora es más difícil en el gobierno de Donald Trump, quien ha estigmatizado la migración hacia su país. Es una administración que no los respeta.