Nueva York. El estadunidense aficionado a los videojuegos promedio tiene 33 años, prefiere jugar desde su teléfono celular y hace grandes desembolsos para acceder a contenidos: 20 por ciento más que hace un año y 85 por ciento más que en 2015, indicó ayer un reporte.

La investigación anual realizada por la Asociación de Softwares de Entretenimiento (ESA, por sus siglas en inglés) fue divulgada en momentos en que los hogares estadunidenses empiezan a redefinir los límites para los niños aficionados a los videojuegos.

Los 43 mil 400 millones de dólares desembolsados en 2018 fueron en contenido, en lugar de equipos o accesorios. Los juegos por pago, como Call of Duty: Black Ops III, Red Dead Redemption II y NBA 2K19 lideraron las ventas, aunque la lista no incluyó juegos gratuitos.

Los videojuegos están tocando una parte esencial de la cultura estadunidense, dijo Stanley Pierre-Louis, presidente interino y jefe ejecutivo de ESA. Hoy día son la principal fuente de entretenimiento.

Casi 65 por ciento de los adultos estadunidenses, o más de 164 millones de personas, son aficionadas a los videojuegos. El género más popular son los juegos casuales, con 65 por ciento de los aficionados que usan sus teléfonos, aunque cerca de la mitad utiliza también sus computadoras o consolas.

Los padres están limitando el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas y usan además las calificaciones sobre los productos para restringir los contenidos. Ochenta y siete por ciento de los padres otorga permisos a sus niños para la compra de nuevos videojuegos, de acuerdo al estudio. Cuarenta y seis por ciento de los aficionados son mujeres, aunque sus gustos son bastante diferentes a los de los varones, particularmente dependiendo de la edad.

Las jugadores de entre 18 y 34 años prefieren Candy Crush, Assassin’s Creed y Tomb Raider, y suelen jugar más en sus celulares, mientras los hombres eligen jugar en consolas, sobre todo God of War, Madden NFL y Fortnite.