Colón, Qro., Los gobernadores de Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco se reunieron ayer en la capital de esta entidad como parte de la Alianza Centro Bajío para generar estrategias conjuntas y lograr un desarrollo económico de 4.5 por ciento para la zona centro-occidente del país, y que esa región sea tomada en cuenta por el gobierno federal, pues las grandes inversiones estipuladas en el Plan Nacional de Desarrollo se dirigirán el sur y sureste.

El mandatario queretano, el panista Francisco Domínguez Servién, quien preside la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) afirmó que pareciera que México está partido en dos. Indicó que las cinco entidades representan a 20.5 millones de habitantes, acumulan 2.32 millones de empleos, tienen un crecimiento económico de 4 por ciento y un producto interno bruto (PIB) de 90 mil millones de dólares. Ya rebasamos por el centro a todo el norte del país, dijo en conferencia de prensa conjunta con los otros mandatarios estatales.

Por su parte, el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, señaló que la región no es una isla en el país y buscan fortalecerla con un crecimiento económico ligado al nacional.

Francisco Domínguez consideró que las cinco entidades son una potencia económica y rechazó que pretendan regionalizar a México, pues dialogó sobre la estrategia de desarrollo económico con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le pidió tomar en cuenta la zona centro-occidente en un anexo del Plan Nacional de Desarrollo, debido a que las grandes inversiones son para el sur-sureste.

La meta de los cinco gobernadores es lograr en la zona un crecimiento económico de 4.5 por ciento, cifra superior a la meta de 2 por ciento planteada por el gobierno federal para 2019.

A la reunión también acudieron los gobernadores de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval (PAN); de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo (PAN), y de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez (MC).