Piden intervención de autoridad civil
No debe anteponerse a víctimas de pederastia; se requiere un cambio a fondo en su estructura
Martes 7 de mayo de 2019, p. 30
Las congregaciones religiosas católicas también necesitan transparentar sus procesos para atender los casos de abuso sexual contra menores cometidos por sus integrantes, coincidieron especialistas.
Luego de que el fin de semana la cantante Ana Lucía Salazar denunciara que cuando tenía ocho años fue víctima de abuso sexual por parte del sacerdote Fernando Martínez Suárez, de los Legionarios de Cristo –hecho que ocurrió en una de las escuelas de la orden–, organizaciones llamaron a las congregaciones a realizar cambios de fondo en sus estructuras y dejar de an-teponer a las instituciones antes que a las víctimas.
Fray Julián Cruzalta, fundador de Católicas por el Derecho a Decidir, señaló que en el caso específico de los Legionarios de Cristo si no se deja de poner a la congregación antes que a las víctimas no se logrará combatir este flagelo, a pesar de que cuenten con canales de escucha para las víctimas y que implementan ambientes seguros
en sus espacios, los cuales fueron obligados por todo el escándalo público internacional
alrededor de su fundador Marcial Maciel, quien fue acusado por pederastia clerical.
Recordó que esta congregación no es la única que ha tenido casos de abuso sexual contra menores pues recién se han denunciado al menos siete agresiones de este tipo cometidas por lasallistas. Sin embargo, dijo, no se transparenta la información sobre las denuncias que reciben. Lo manejan con secretismo
.
En entrevista aparte, Joaquín Aguilar Méndez, director en México de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales por Sacerdotes, destacó que en el caso de las órdenes religiosas, uno de los problemas para combatir la pederastia clerical es que debido a su autonomía, cada una tiene que hacer sus propios procesos de atención.
Indicó que no sólo con la publicación de protocolos se atenderá esta situación, pues se tiene que generar un clima de confianza que muestre acciones contundentes contra los agresores.
Llamó a las congregaciones religiosas –sobre todo aquellas que tienen colegios y contacto directo con niños–, a la Iglesia, autoridad civil y organizaciones a trabajar en conjunto para atender este flagelo.
El ex sacerdote Alberto Athié Gallo destacó que más allá de la transparencia de información que las propias órdenes religiosas hagan, se requiere la intervención de las autoridades civiles.
La Conferencia del Episcopado Mexicano actualizó recientemente la cifra de 101 a 105 los casos registrados de abuso sexual contra menores, de los cuales 97 fueron cometidos por el clero. Agregó que este número aún no está cerrado.