Al celebrar su 30 aniversario, el PRD acusó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien fue dos veces su candidato presidencial, de representar una visión distorsionada de la izquierda y de haber iniciado un proceso de restauración del viejo régimen.

Agregó que esta facción busca revertir desde el poder décadas de conquistas y regresar a la condición de los años setenta. Las señales abundan: el discurso oficial de encono y división que se adueña de la vida pública, las consultas que bajo el disfraz de democracia directa afianzan los deseos de un solo hombre, el intento por desprestigiar a la sociedad civil y a la prensa y el afianzamiento de la militarización.

En pocas palabras, se enfrenta un retroceso histórico donde se construye un régimen autoritario con pretensiones transexenales, afirmó el partido del sol azteca en el posicionamiento oficial del 30 aniversario que fue leído por Ángel Ávila y Adriana Díaz, entre otros integrantes de la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE).

El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, el único mandatario estatal que le queda al partido del sol azteca, señaló a su vez que el PRD debe convertirse en el principal observador crítico del ejercicio de gobierno; debe ser vigilante y limitar al poder público en coordinación con la sociedad civil.

Debemos ser partido que vigile la acción de gobierno, que exija rectificaciones, denuncie excesos y construya diques de contención a las tentaciones autoritarias y dictatoriales, subrayó en medio de consignas de respaldo a sus aspiraciones a Los Pinos: ¡presidente!, ¡presidente!, ¡presidente!

El festejo por el 30 aniversario del perredismo se llevó a cabo en el salón de un hotel de Reforma, adonde llegaron cientos de personas. Al principio, el lugar resultó insuficiente para dar cabida a todas, pero conforme avanzó la celebración, se fueron retirando, de manera tal que a la mitad de la misma se podían observar sillas vacías.

Sin la presencia de las grandes figuras de la izquierda que alguna vez fueron parte de este partido y ni siquiera la de Miguel Ángel Mancera, quien sin ser militante coordina a los senadores perredistas, el festejo reunió a los dirigentes de las corrientes, como los Chuchos de Nueva Izquierda, y Héctor Bautista, de Alternativa Democrática Nacional. También estuvo Benjamín Zapata, nieto del líder revolucionario Emiliano Zapata, y representantes de organizaciones civiles.

Tras escuchar mensajes grabados de felicitaciones de los candidatos a las gubernaturas de Baja California, Jaime Martínez Veloz, y Puebla, Enrique Cárdenas, la DNE reconoció errores del partido, entre ellos haber preferido seguir a sus caudillos, en vez de dar paso a la multiplicación de dirigentes e ideólogos. También llamó a renovar al instituto político y abrir sus puertas a agrupaciones sociales.

Ante la peor crisis que ha enfrentado esta fuerza política, expresada en su reducción política y legislativa, Aureoles resaltó que no todo está perdido y puso como ejemplo al Partido Socialista Obrero Español, que tras una larga crisis hoy es la principal fuerza electoral de España.

Este caso debe servir como referencia de que una fuerza progresista puede reconstruirse para convertirse en alternativa, puntualizó el michoacano.