Del total de personas en reclusión en el país, 80 por ciento se encuentra encarcelado por procedimientos legales que no fueron correctos, afirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez Hernández.

En la presentación del libro Propuesta general 1/2018. La ejecución penal desde los derechos humanos, editado por el organismo, aseguró que en el país y la Ciudad de México existe una gran deuda con el debido proceso.

La reinserción social es un gran reto para las autoridades de ambos órdenes de gobierno para que realmente se cumpla, por lo cual, lamentó, la mayoría de las personas piensan que las comisiones de Derechos Humanos defienden a delincuentes, cuando no es así.

La víctima del Estado es el foco de los derechos humanos, por lo que la actuación de los servidores públicos no puede ir en contra de la dignidad de las personas, y todos como sociedad tenemos que impulsar la reinserción”, expuso.

Destacó que hay una deuda con el debido proceso y debemos trabajar por una cultura de cambio en la reinserción social, pues las condiciones en los centros penitenciarios son terribles.

En el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, el segundo visitador general de la CDHDF, Iván García Gárate, expresó la necesidad de que los integrantes del Poder Judicial vigilen que las sentencias que dictan se cumplan a cabalidad.

Labor judicial

El juez tiene que revisar exactamente que el tipo de pena que fijó se cumpla, por lo cual debe tener una labor muy importante dentro de los centros penitenciarios, cuyas condiciones son terribles, reconoció.

Dicha situación es aún peor, dijo, cuando se tiene una condición de vulnerabilidad, como es el caso de personas con discapacidad, niñas y niños que viven con sus madres y para la población lésbico-gay”.

La subdirectora del centro cultural y ex directora general del Instituto de Reinserción Social de la Ciudad de México, Paola Zavala Saeb, puntualizó que en la cárcel no se garantizan los derechos humanos.

Las personas en prisión deben tener todos sus derechos simplemente por el hecho de ser personas, pero cuando se les abren las puertas de la prisión, no se les abren las puertas de la sociedad, expresó.

La reinserción social no se construyó para las mujeres transexuales, afirmó a su vez Lorena Hernández, de la organización Casa de las Muñecas Tiresias.