La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, llamó a los empresarios a erradicar actos de corrupción, sumarse a la política de cero tolerancia promovida por Andrés Manuel López Obrador y denunciar los actos ilegales en la administración pública.

En una reunión con miembros de la Cámara de Comercio Internacional, la funcionaria aseveró que para que se dé una práctica de corrupción debe haber dos partes: Los actos de corrupción no son solamente del gobierno. Los invitó también a denunciar cualquier conducta ilícita en instancias oficiales.

Al mismo tiempo, pidió a los integrantes de la iniciativ privada mantener la confianza en el país porque, aseguró, el crecimiento de la economía habrá de mejorar y se demostrará que las empresas crecen con responsabilidad social y de la mano de sus trabajadores.

“El cambio de gobierno otorga la oportunidad para comenzar una nueva etapa en la relación entre el sector público y la iniciativa privada, para revertir los resultados de políticas económicas que llevaron a un crecimiento en forma dispareja por regiones y por sectores sociales.

Grave es que dichas políticas ocasionaron que decenas de millones hayan cruzado las líneas de la pobreza y de la pobreza extrema, por ello necesitamos que la iniciativa privada se sume a este esfuerzo, subrayó.

Me han preguntado muchas veces por qué acepté la invitación del Presidente: la acepté simple y llanamente porque su objetivo en esta transformación es abatir la profunda desigualdad y erradicar la pobreza en nuestro país.

Agregó que el gobierno trabaja en consolidar a México como destino confiable para la inversión, para lo cual retomaremos el camino del crecimiento con austeridad y sin corrupción, disciplina fiscal, cese del endeudamiento, respeto a las decisiones autónomas del Banco de México, creación de empleos y fortalecimiento del mercado interno.

Otra tarea, enfatizó, es reconstruir el estado de derecho. Explicó a los empresarios que el gobierno ha emprendido un cambio de paradigma en materia de seguridad nacional y pública frente a la estrategia anterior, la cual dejó una crisis de derechos humanos, una descomposición institucional sin precedentes y un gravísimo daño al tejido social.