Alcaldes advirtieron al Congreso de la Ciudad de México que han debido gobernar con una Constitución local que dice una cosa y leyes que dicen otra, por lo que llamaron a los legisladores a armonizar las normas con el fin de definir mejor las funciones y competencias que les corresponden.

El titular de Azcapotzalco, Vidal Llerenas Morales, al participar en el foro Las alcaldías como nueva forma de gobierno, advirtió que de no ser por la voluntad de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, de colaborar con los órganos político-administrativos, difícilmente se avanzaría en atender temas como agua y seguridad.

Sin embargo, hizo un llamado urgente a que en la ley se especifiquen los ámbitos de acción que corresponde a cada nivel de gobierno en esas y otras materias, como movilidad.

Dio como ejemplo que el próximo lunes, cuando comparecerá ante comisiones del Congreso para presentar un informe, aún desconoce si deberá entregar la información directamente al Legislativo, como señala la Constitución, o a la Secretaría de Gobierno capitalina, como lo establece la ley.

Otro caso es que para elaborar el programa provisional de gobierno, al no haber ley de planeación que señala la Constitución capitalina, en la elaboración del documento tuvo como marco de referencia dos textos de la ONU: el Índice de Prosperidad Urbana y los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, armonizados con los derechos establecidos en el texto constitucional local.

Por su parte el alcalde de Xochimilco, Raymundo Martínez Vite, dijo que fueron complicados los primeros tres meses de la administración mientras el gobierno central se encontraba en periodo de transición.

Citó el caso de los 20 millones de pesos destinados por el anterior gobierno para rehabilitar el mercado de Zapotitlán, afectado por el sismo de 2017, pero se liberaron por la entonces Secretaría de Finanzas hasta octubre y al resultar imposible hacer la obra en tres meses el caso se encuentra ahora en la Contraloría como un presunto desvío al no efectuarla.

El alcalde de Cuauhtémoc, Néstor Núñez López, coincidió en que no se estableció debidamente una transición, de manera que parece que seguimos siendo delegaciones, pero con un nombre distinto.

Comentó que el entonces jefe de Gobierno ofreció a las recién instaladas alcaldías una ampliación de 50 millones de pesos para el cierre de administración, pero no los recibieron y al iniciar se le notificó que debía pagar un adeudo a trabajadores por un convenio que había hecho Miguel Ángel Mancera antes de irse, y eso significó destinar 16 millones de pesos.