Frente a la intensificación de las tensiones en Venezuela y ante la postura de Estados Unidos de no dejar fuera de la mesa opción alguna para abordar la situación en el país sudamericano; el gobierno de México advirtió que una intervención militar sería un desastre para cualquier país en América Latina y se apartará de opciones que no sean pacíficas.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el encargado de la política exterior mexicana, Marcelo Ebrard, recibió ayer a su homólogo de Alemania, Heiko Maas. En conferencia conjunta, ambos cancilleres coincidieron en la necesidad de buscar una salida pacífica y democrática sin intervención militar para el caso venezolano. Sin embargo, las visiones sobre la ruta para llegar a ello, son distintas.

La Unión Europea explora la posibilidad de sanciones más fuertes al gobierno de Nicolás Maduro para aumentar la presión y así liberar la vía para una solución política, informó el canciller Heiko Maas, cuyo país forma parte del grupo de contacto internacional creado por el bloque de naciones europeas que se han pronunciado por nuevas elecciones presidenciales en Venezuela.

Mientras, el gobierno mexicano insiste en el diálogo entre las partes para la búsqueda de soluciones a la situación que vive la nación de América del Sur. Para ello, junto con Uruguay, Bolivia y los 14 gobiernos de la Comunidad del Caribe (Caricom) crearon el Mecanismo de Montevideo en febrero, como un instrumento para impulsar el diálogo en Venezuela.

Sin embargo, el instrumento no se ha concretado al estar condicionado a ser aceptado por las partes involucradas, es decir, por el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, encabezada por Juan Guaidó.

–¿No considera usted que este llamado a diálogos está quedando corto por parte de México frente a la situación que se vive en Venezuela?–, se le cuestionó al secretario Marcelo Ebrard.

–La posición de México quedó establecida desde que se propuso el Mecanismo de Montevideo… ¿Qué es lo que estamos buscando? ¿Cuál es la propuesta? Que es mucho mejor tener un diálogo entre las partes y evitar el derramamiento de sangre, la violencia y, por lo tanto, el atropello de derechos humanos–, respondió el funcionario federal.

A diario, dijo Ebrard, México busca que ese diálogo sea factible para que se llegue a una salida pacífica y democrática a la crisis de Venezuela. Nosotros respetamos el principio de la no intervención porque está en nuestra Constitución, no es una opción, es un artículo constitucional, insistió.

El gobierno mexicano continuará en esa dirección y a la par mantendrá un diálogo con los países miembro de la Unión Europea con respeto a las decisiones que ellos tomen.

En rueda de prensa aparte, la representante de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luz Elena Baños, declaró que el Mecanismo de Montevideo es hoy la mejor opción. Es una opción por el diálogo, por la negociación, por poner a todos los actores involucrados en la mesa. No hay manera más sostenible de poder facilitar la solución de un conflicto que poniendo a todos los actores en el mismo espacio de diálogo.

Baños advirtió que la pérdida de vidas humanas que se pudiera dar en una solución de fuerza sería sumamente lamentable. En este contexto, añadió, México no se puede sumar a una solución que no sea pacífica; por intermediación diplomática y con soluciones sostenidas para un conflicto tan complejo como el venezolano.