Los obispos mexicanos llamaron al gobierno federal a aplicar una política migratoria sin ambigüedades ni ingenuidad, en pleno respeto a los derechos humanos.

En el contexto de la 107 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, destacó que el ofrecimiento de trabajo y otras promesas que se les han hecho a los migrantes no son tan reales, al menos en Chiapas, pues dijo que los mismos ciudadanos lo evidencian al expresar: si el trabajo no se genera para los propios, ¿de qué forma?

Agregó que se ha hablado de una política de puertas abiertas, pero falta claridad entre las acciones del gobierno estatal y los municipios, pues algunas comunidades les han cerrado la entrada.

Calderón Calderón destacó que ante las caravanas de migrantes, la Iglesia ha tenido que renovarse para brindarles el apoyo que requieren; sin embargo, nos hemos sentido rebasados.

El secretario general de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola, dijo que se reunieron con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, para expresar la necesidad de que el plan migratorio gubernamental esté en línea con los derechos humanos.

Señaló que las 133 casas migrantes que tienen distribuidas en el sur, centro, noreste y norte del país, están saturadas, por lo que se han abierto nuevos albergues en la Ciudad de México y en Tijuana.

Invitó a los fieles a no discriminar ni a criminalizar a los migrantes del mundo.

En este sentido, Felipe Arizmendi, responsable de la dimensión episcopal de Doctrina de la Fe, expresó su preocupación por las manifestaciones de rechazo. Muchas personas, dijo, le hacen caso al presidente estadunidense Donald Trump, cuando resalta los peligros que hay en la migración: que vienen delincuentes y no sé cuánta gente, lo cual es cierto, no hay que ser ingenuo; sin embargo, la mayoría vienen por hambre, por necesidad.

Añadió que hay mexicanos que explotan a esta población. Miranda Guardiola denunció que hay agencias que falsifican visas temporales por las cuales les cobran hasta mil dólares. Respecto a los abusos sexuales cometidos contra menores, Miranda Guardiola actualizó la cifra de 101 a 105 casos de este tipo, de los cuales ocho fueron cometidos por laicos y el resto por el clero. Agregó que todavía este número no está cerrado.