Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nominó para el cargo de embajador en Colombia al diplomático Philip Goldberg, quien fue expulsado de Bolivia acusado de promover la división y conspirar contra el gobierno de Evo Morales en 2008.

El gobierno boliviano acusó a Goldberg de sostener encuentros con opositores de la derecha, lo que Estados Unidos negó, pero respondió a la expulsión con el cese del entonces embajador boliviano, Gustavo Guzmán.

Goldberg también se desempeñó como jefe de misión de la Oficina de Estados Unidos en Pristina, Kosovo, desde el principio de la guerra civil que culminó con la desintegración de Yugoslavia en los años 90, hasta la caída de del presidente serbio, Slobodan Milosevic, en 2000.

Entre 1994 y 1996 fue el funcionario de planta del estadunidense Departamento de Estado en el momento en que estalló el conflicto entre separatistas albaneses y las fuerzas de seguridad serbias y yugoslavas.

De ser aprobado en el Senado estadunidense, Goldberg, quien fue coordinador del Plan Colombia en la embajada de Estados Unidos en Bogotá, remplazaría en el cargo a Kevin Whitaker, designado por el ex presidente Barack Obama, informó el diario colombiano El Espectador.

De acuerdo con el periódico británico The Guardian, Colombia ha sido siempre un firme aliado de Estados Unidos que considera a Bogotá un baluarte contra los gobiernos izquierdistas de la región.

Estados Unidos dio 10 mil millones de dólares en 2000 para el Plan Colombia, que según analistas sólo intensificó la ola de violencia paramilitar en el país.

Bogotá también resulta en este momento un apoyo fundamental para Washington en su estrategia de ejercer presión diplomática contra Caracas con la finalidad de provocar la salida del presidente Nicolás Maduro.

Probablemente Goldberg estará más enfocado en la asistencia militar y la erradicación de cultivos que a la implementación de acuerdos de paz o el respeto a los derechos humanos, opinó el director de defensa y vigilancia de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Adam Isacson.

El Espectador y The Guardian coinciden en que el nombramiento de Goldberg resulta clave, si se tiene en cuenta el momento por el que transitan las relaciones entre Bogotá y Washington.

Trump ha lanzado duras advertencias a Colombia por el aumento en la producción de coca en el país, lo que ha enrarecido la relación especial entre los dos países.

De acuerdo con un boletín de la Casa Blanca, Goldberg es diplomático de carrera e investigador del Departamento de Estado en el Instituto de Estudio de la Diplomacia de la Universidad de Georgetown.