Moscú. A una semana de reunirse con su colega estadunidense, Mike Pompeo, el canciller ruso, Serguei Lavrov, hizo gala de ironía al sostener que todo lo que afirma la Casa Blanca acerca de Venezuela –por ejemplo, que el presidente Nicolás Maduro se encontraba en un avión listo para huir a Cuba y que el Kremlin lo disuadió– es surrealista, pues si a alguien hay que exigirle que no se meta en los asuntos internos de un país soberano es a Estados Unidos y no a Rusia.

De enumerar todo lo que afirman los funcionarios estadunidenses sobre Venezuela habría que formular infinidad de preguntas, pero la respuesta a cada una de ellas, para decirlo con diplomacia, es que nada es verdad, con esta frase demoledora contestó Lavrov –quien se encuentra de visita en Uzbekistán– a un reportero que quiso conocer su opinión sobre la versión que difunde Pompeo en relación con lo que sucede en el país latinoamericano.

Lavrov reveló que la conversación telefónica que sostuvieron el miércoles anterior fue a iniciativa de Pompeo. Él me llamó, me imagino que para poder decir luego, en los noticiarios, que exigió que Rusia, Cuba y otros países dejemos de apoyar a (el presidente Nicolás) Maduro y yo sólo reiteré cuál es nuestra posición.

Añadió: Sinceramente no veo cómo podríamos hacer coincidir dos visiones tan contrapuestas: la de Rusia, que se basa en la Carta de Naciones Unidas y en las normas y principios del derecho internacional, y la de Estados Unidos, que nombra desde Washington a quién debe ejercer de presidente en funciones, exige capitular a las autoridades legítimas, amenaza con emplear la fuerza a la vez que aplica sanciones que asfixian la economía y todo para cambiar de gobierno.

Y remató Lavrov: Son posiciones ciertamente incompatibles, pero seguiremos hablando.

Los periodistas insistieron en preguntar a Lavrov qué va hacer Rusia en caso de que Estados Unidos decida realizar una intervención militar en Venezuela.

Como titular de la diplomacia rusa, Lavrov ni confirmó ni desmintió nada, sobre todo una eventual participación de militares rusos, limitándose a subrayar que en este momento Moscú pondrá todo lo que esté a su alcance para buscar el máximo apoyo posible en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al grupo de países que rechazan con firmeza los planes estadunidenses, a partir de una cosa muy simple: defender las normas y principios fundamentales del derecho internacional tal y como están contenidos en la Carta de las Naciones Unidas.