El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño, advirtió que la estabilidad del país está en riesgo por la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Gurría Treviño señaló en rueda de prensa que ese riesgo llevaría a México a pagar un mayor interés por su deuda y, en consecuencia, habría menos recursos para invertir en salud, educación, infraestructura o en políticas sociales para reducir la pobreza. Pemex, dijo, debe ser fuente de estabilidad para el país y no de vulnerabilidad.

Por otro lado, el organismo internacional redujo su estimación de crecimiento para la economía mexicana a 1.6 por ciento para 2019 desde un pronóstico anterior de 2 por ciento , como reflejo de la desaceleración que se está presentando a escala global. Para 2020 prevé un repunte hasta de 2 por ciento, contra 2.3 por ciento estimado en marzo.

Lo anterior, a raíz de tres grandes cambios en el entorno internacional. Primero, la desaceleración del entorno económico, mermado por la escalada de tensiones comerciales; segundo, la incertidumbre política en varios países y, tercero, la agudización en las condiciones financieras, que quiere decir un repunte en las tasas de interés y el resultante debilitamiento de los planes de inversión de las empresas.

Además, hay un tema mexicano, que es el relevo de gobierno, el cual introduce cambios importantes en los temas de decisión y las prioridades de la política económica. Es un contexto complejo, destacó.

Acompañado del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, Gurría subrayó que es necesario resolver la situación de Pemex y esto implica restaurar su salud financiera, aumentar su productividad y rentabilidad, con un plan de negocios creíble ante los inversionistas, que le permita utilizar las tecnologías más modernas con una calidad de gestión basada en las mejores prácticas internacionales.

Al presentar el décimo sexto estudio sobre México, desde que es miembro de la OCDE, y el primero de la actual administración, Urzúa Macías elogió a Gurría Treviño, al señalar que ha sido un mexicano que le ha dado mucho a México. Recordó que a los 28 años de edad fue director de crédito externo (SHCP) y se agradece que haya hecho todo eso por México.

El secretario general de la OCDE, planteó la posibilidad de utilizar la totalidad de los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), que actualmente ascienden a 15 mil millones de dólares.

Reconoció que de la actual situación de Pemex, él también fue responsable. Manifestó que Pemex se encuentra en una situación de contingencia, es la empresa de su tipo más endeudada del mundo en términos relativos.

Es resultado de la política fiscal que siguió la Federación a lo largo de todas estas décadas y ahí me incluyo yo como responsable. Le quitábamos hasta 70 por ciento de los ingresos brutos, no de las utilidades. Le creábamos a Pemex un agujero artificial, una pérdida artificial, obligabamos a la empresa a que lo cubriera con deuda y se llegó a 100 mil millones de dólares. Definitivamente creamos ese endeudamiento excesivo.

Se mencionó que en 2019 tendrá que enfrentar vencimientos de deuda de alrededor de 5 mil millones de dólares y para los siguientes 15 meses se necesitaran otros 7 mil 500 millones.

Yo diría que se justificaría... el uso de la totalidad de los recursos (del FEIP)... para reducir el endeudamiento de Pemex y por tanto sería una señal al mundo entero de que vamos en la dirección correcta.

Aseguró que la racionalización de costos e incluso la reducción de personal –a la luz de la nueva realidad del mercado petrolero, de los precios del crudo y de la propia necesidad de México– son medidas para lograr el saneamiento de Pemex.

Gurría consideró viable la meta de un crecimiento económico promedio de 4 por ciento (6 por ciento al final del sexenio) y ofreció toda su cooperación para que así suceda.