Viernes 3 de mayo de 2019, p. 3
Amboise. El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo italiano, Sergio Mattarella, dieron ayer el pistoletazo de salida para las conmemoraciones de los 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci, rindiendo homenaje al artista en una muestra de unidad tras meses de tensiones diplomáticas.
‘‘El vínculo entre nuestros países y nuestros ciudadanos es indestructible’’, dijo Macron después de que los dos líderes almorzaran en el Clos Lucé, casa donde Da Vinci pasó los últimos tres años de su vida como invitado del rey Francisco I.
Europa está hecha de valores, de cultura
Los dos jefes de Estado comenzaron su visita en el palacio real de Amboise, donde depositaron coronas de flores en la tumba del maestro florentino. Da Vinci murió en esta tranquila ciudad en el valle del río Loira el 2 de mayo de 1519.
‘‘En un momento en el que tenemos que reflexionar sobre Europa y construir su futuro’’, dijo el presidente francés, hay que ‘‘recordar que nuestra Europa está hecha de valores, de cultura, de destinos cruzados, con un pasado pero con mucho futuro. Espero que los genios del hoy y del mañana puedan tener destinos como el de Leonardo’’.
Durante sus tres años en Amboise, Leonardo organizó fiestas para la corte francesa, y trabajó en el diseño de una ‘‘ciudad ideal’’ en la comuna de Romorantin, que finalmente quedó inacabado.