Al menos nueve de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años se conecta a Internet todos los días, cifra que supera por mucho al 50 por ciento de la población adulta. Su hiperconexión con la red, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), también les impone nuevos desafíos y riesgos, entre ellos la violencia en línea y el acoso digital.

Agrega que Internet se ha convertido en un sitio sin bondad, pues a diario se producen miles de mensajes de intimidación en textos, publicaciones, correos electrónicos o sitios web creados para burlarse de otras personas, a lo que se suma el trato hiriente o desagradable por teléfonos celulares o en línea. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el acoso digital afecta a uno de cada 10 niños, mientras los adolescentes de 11 a 16 años lo padecen al doble.

El organismo recordó que cada 5 de febrero se conmemora el Día del Internet Seguro para hacer conciencia entre padres, niños y adolescentes sobre los riesgos y responsabilidades que entraña el uso de la red, pues la Unión Internacional de Telecomunicaciones estima que 94 por ciento de los jóvenes de 15 a 24 años que viven en países desarrollados y 65 por ciento en las naciones en desarrollo están conectados a Internet, mientras la media en la población adulta es de cinco de cada 10.

La Unicef destaca que el ciberacoso puede ocasionar daño profundo en los menores debido no sólo a que estos actos tienen amplia difusión y audiencia, así como permanencia en línea indefinida, por lo que virtualmente siguen a las víctimas de por vida. Alerta que el acoso escolar y el cibernético están estrechamente vinculados y forman un círculo de comportamiento dañino.

Entre los efectos en quienes sufren ciberacoso de forma constante están el consumo de alcohol y drogas, ausentismo escolar, descenso de las calificaciones, baja autoestima y problemas de salud. Incluso, destaca, en situaciones extremas pueden llevar al suicidio.

La Unicef propone ocho medidas para frenar el acoso cibernético: ser amable en línea y apoyar a los compañeros mediante el envío de mensajes positivos, como una carita feliz; comprobar la seguridad de las cuentas; no propagar rumores, historias, fotos ni historias hirientes o embarazosas; antes de aceptar a una persona como amigo en una red social, asegurarse que se le conoce y no es una cuenta falsa.

Además, recomienda pensar bien lo que se comparte en las redes sociales y controlar quién ve la información; no divulgar datos personales o de localización; reportar si existe algo ofensivo en las redes sociales; al sentir miedo o acoso, reportarlo a un adulto de confianza, y correr la voz sobre las campañas del Día del Internet Seguro para generar más conciencia.