Monterrey conquistó su cuarto título en la Liga de Campeones de la Concacaf tras vencer 2-1 (marcador global) a Tigres ayer en el duelo de vuelta de la final del certamen, disputado en el estadio BBVA Bancomer y que concluyó con empate 1-1.

Tras el 1-0 que consiguieron en el partido de ida, los Rayados lograron coronarse campeones en su estadio frente a su acérrimo rival y además lograron su boleto para el próximo Mundial de Clubes. Mientras, para los felinos fue su tercera final perdida de Concachampions, tras caer con América en 2016 y con Pachuca en 2017. El gol de los Rayados fue del argentino Nicolás Sánchez, al minuto 25, mientras el francés André-Pierre Gignac, al 84, anotó por los visitantes.

El encuentro comenzó con un cuadro felino lanzado al ataque y en busca de ponerse en ventaja, pero no tuvo llegadas claras ante la portería defendida por el argentino Marcelo Barovero. Ante la intensidad de Tigres, Monterrey también comenzó a generar jugadas de peligro, pero ninguno de los dos equipos lograba hacer daño al rival.

No obstante, el estadio de Rayados, que lucía repleto, estalló en júbilo al minuto 25 cuando Nicolás Sánchez abrió el marcador tras cobrar de forma espectacular una pena máxima marcada por una falta de Luis Chaka Rodríguez sobre Rodolfo Pizarro.

La anotación no amilanó al cuadro comandado por Ricardo Tuca Ferretti, pues merodeó en varias ocasiones el arco de los Rayados; sin embargo, el acecho no tuvo éxito, pues los delanteros felinos fueron incapaces de encajar el balón en las diversas oportunidades que generaron.

Para el segundo tiempo, Tuca ingresó a su arma letal: el francés André-Pierre Gignac. El atacante europeo demostró su peligrosidad desde los primeros minutos, pues apenas al 55 exigió un enorme esfuerzo de Barovero, quien tuvo que estirarse al máximo para poder atajar uno de sus potentes remates de cabeza.

Pese al dominio que comenzó a tener el cuadro felino, los dirigidos por Diego Alonso no bajaron los brazos y también crearon peligro. Rogelio Funes Mori se animó a disparar desde muy lejos al ver al arquero de Tigres, Nahuel Guzmán, fuera de su cabaña, pero el balón se estrelló en el travesaño, y aunque quedó vivo en el área, ningún jugador rayado logró conectarlo hacia la portería.

En la recta final del encuentro, al 84, Gignac hizo enmudecer al estadio con un golazo de tijera, con lo que consiguió el empate 1-1 para Tigres. En los últimos minutos, Tigres intentó emparejar el marcador global, pero ya no pudieron mover los cartones a su favor.