El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a su administración cobrar una tarifa por las solicitudes de asilo y manejar los casos en 180 días, informó la Casa Blanca en un comunicado la noche del lunes.

Por su lado, el secretario en funciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) aseguró ayer que su agencia se está quedando sin fondos debido a una oleada de migrantes que cruzan la frontera con México.

Al comparecer ante una subcomisión de asignaciones de la Cámara de Representantes, Kevin McAleenan adelantó que la Casa Blanca enviará una solicitud suplementaria en busca de más fondos para el DHS.

McAleenan dijo que el dinero adicional se destinará a instalaciones temporales y semipermanentes para procesar a las familias y a los niños, así como para aumentar la detención. No especificó una cifra.

Añadió que el presidente Donald Trump enviaría solicitudes al Congreso para acelerar las deportaciones y otros asuntos.

Mientras, la Casa Blanca informó que también se harán cobros a solicitantes de asilo por introducir aplicaciones para permisos de trabajo y se impedirá que las personas que entren ilegalmente al país –o lo intenten– reciban permisos de trabajo temporales.

En un memorando, instruye a los funcionarios a revocar los permisos de trabajo de inmigrantes que han recibido órdenes de deportación definitivas.

La orden llega dos semanas después de que el fiscal general Bill Barr pidió a los jueces de inmigración no permitir salir bajo fianza a los solicitantes de asilo detenidos tras entrar ilegalmente al país, según reportes de medios estadunidenses.

El anuncio se hizo mientras Trump atacaba en su cuenta de la red Twitter a las débiles, ineficientes y peligrosas leyes de inmigración de Estados Unidos.