La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México determinó que ninguno de los 10 jóvenes ni el profesor que se encontraban en la clase de matemáticas en la que murió la estudiante del CCH Oriente Aideé N disparó arma de fuego, luego de que resultaron negativos en la prueba de rodizonato de sodio, informó la procuradora Ernestina Godoy Ramos.

Aún no se determina la trayectoria y el calibre de la ojiva que hirió a la estudiante del sexto semestre la tarde del lunes pasado, aunque al parecer no hay evidencia de que el disparo haya provenido del exterior del salón.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que en sus primeras declaraciones, testigos refieren que la estudiante buscaba algo en su mochila momentos antes de que se escuchara una detonación, posteriormente se levantó, se tocó la herida, pidió ayuda y luego se desvaneció.

Godoy Ramos informó que se activó el protocolo de feminicidio por la muerte de la estudiante, y señaló que la dependencia a su cargo continuará hasta el final con la investigación, por lo que no la declinará a la Fiscalía General de la República.

Ayer, por segundo día consecutivo policías de investigación y peritos acudieron al CCH Oriente para hacer una reconstrucción de hechos, y tanto el director del plantel, el maestro y los compañeros de Aideé rindieron declaración en la que todos coincidieron en que se escuchó un sonido tenue.

Personal de la Subprocuraduría de Atención a Víctimas se presentó en los domicilios de los jóvenes que estaban en clases, entre los cuales hay seis menores, a quienes se les pidió acudir a declarar acompañados de sus padres, explicó.

Informó que a la familia de la estudiante fallecida se le apoyará con los trámites y gastos funerarios, pues el cuerpo de la joven será trasladado a Puebla, de donde es originaria, y se activó también el protocolo de atención a comunidades indígenas porque sus familiares hablan náhuatl.

El cuerpo de la joven fue entregado a las 6:20 horas a sus familiares, luego de practicarle la necropsia en el Instituto de Ciencias Forenses, y trasladado a un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ubicado en la colonia Xalpa, en Iztapalapa, donde acudieron varios de sus compañeros.

Trabajadores y estudiantes del plantel denunciaron que se trata del tercer caso de feminicidio, pues hubo dos anteriormente en el exterior, sin que se investigaran, por lo cual exigieron que se haga justicia.

Todo el apoyo a la UNAM

Al respecto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ofreció colaborar con la UNAM en todo lo que requiera, pero con respeto a su autonomía, por lo que la máxima casa de estudios decidirá las circunstancias en las que, en su caso, se reforzará la seguridad.

Comentó que desde el lunes se está en contacto con las autoridades de la UNAM a fin de que la indagatoria que sigue la procuraduría capitalina revele qué fue lo que sucedió, cómo pasó y hacer justicia.

Sheinbaum insistió en que el gobierno capitalino es respetuoso de la autonomía universitaria, por lo que las acciones en materia de seguridad la UNAM nos las tiene que pedir; nosotros respetamos mucho su autonomía y ellos van a decidir bajo qué circunstancias.

Al preguntarle si el caso servirá para aplicar el operativo mochila segura en primarias y secundarias, opinó que se ha trabajado en eso y tampoco es que haya dado mucho resultado; también es muy invasivo, hay que encontrar la manera.