En el Malecón Tajamar, en Cancún, Quintana Roo, no podrán desarrollarse proyectos turísticos y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe restituir la zona de mangle que fue deforestada en el sitio en 2015, cuando Fonatur taló esa vegetación para establecer un complejo turístico con base en una autorización emitida 10 años antes, de acuerdo con una resolución judicial que obtuvieron organizaciones civiles.

Con esto se deja sin efecto la resolución de la jueza tercera de distrito en Cancún, Quintana Roo, quien consideró que ya se había cumplido la sentencia que obligaba a la Semarnat a restaurar la zona donde fue talado el manglar –área biótica bajo protección especial– y señaló que las zonas afectadas se regenerarían naturalmente. El Tercer Tribunal Colegiado concluyó que la sentencia de amparo no se limitó a determinados lotes o superficie, sino que considera la totalidad del malecón, ahora la jueza tercera de distrito debe vigilar el cumplimiento de la sentencia para lograr que las cosas se restablezcan al estado que guardaban antes de que iniciara el juicio, explicaron las organizaciones.

Araceli Domínguez, en representación de Salvemos Manglar Tajamar y Grupo Gema, con el apoyo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), obtuvieron la resolución judicial que establece la prohibición absoluta de ejecutar la autorización condicionada en materia de impacto ambiental, que emitió la Semarnat en 2005; el impedimento de talar o remover el mangle y emitir una nueva autorización; la restitución de esa vegetación en toda el área de Malecón Tajamar –excepto los espacios de vialidades que tienen construcción finalizada– y la obligación de crear un plan de restauración.

Desde hace cuatro años Domínguez, en representación de 4 mil 333 ciudadanos, denunció ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) los trabajos de tala y remoción de vegetación de mangle entre otras, en el Malecón Tajamar, con trascabos y retroexcavadora. Después el 16 de enero de 2016 por la noche volvió a entrar maquinaria para talar manglar y degradaron el hábitat de especies residentes y migratorias, incluso enterraron vivos a los animales.

Todo esto fue para iniciar un desarrollo turístico promovido por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), a partir de un permiso emitido en 2005 y a punto de vencerse. Después de diversas acciones legales en contra de los permisos otorgados por la Semarnat, el 8 de junio de 2017 las organizaciones obtuvieron una victoria judicial que obligó a dicha dependencia a no ejecutar la Autorización de Impacto Ambiental, así como a no emitir nuevas autorizaciones de construcción ni intervención en la zona.