Además de ser la mayor editorial de México y el principal cliente para las productoras de libros, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), creada en 1959, es también la que más papel para impresión consume, con 70 mil toneladas por ciclo escolar, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Hasta el sexenio pasado el organismo público compraba directamente el papel que abastecía a las editoriales privadas que contrataba para la fabricación de libros de texto, ya que aunque cuenta con una planta de producción en Querétaro, sólo tiene capacidad para producir alrededor de 23 millones de libros al año; es decir, apenas 10 por ciento respecto a los más de 200 millones de unidades que se requieren para prescolar, primaria, secundaria, telesecundaria, telebachillerato y educación indígena nacional.

Por decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, las licitaciones y contrataciones de todo tipo de productos y servicios que requiere el gobierno federal, incluido el papel e impresión de los libros de texto, quedaron concentradas en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), bajo procesos de consolidación para evitar corrupción.

La decisión ha ocasionado un retraso de por lo menos cuatro meses en la producción de los libros de texto del ciclo escolar 2019-2020, ya que usualmente las licitaciones eran lanzadas entre septiembre y octubre, pues la impresión y distribución dura 10 meses, pero fueron frenadas por el entonces equipo en transición, y apenas se dieron a conocer en marzo pasado.

Cinco empresas ganaron, entre ellas Bio Pappel Scribe, propiedad de Miguel Rincón, compadre de presidente López Obrador, por un monto de 221 millones 676 mil pesos. El jueves pasado, el mandatario rechazó que dicha contratación representara un conflicto de intereses, pero un día después anunció que se buscará cancelar de manera legal el contrato.

En 2017, el último año analizado por la ASF y que abarca la producción de libros del ciclo escolar pasado (2017-2018), la Conaliteg gastó 775 millones 936 mil pesos. La distribución de los ejemplares se cumplió en todos los estados 30 días antes del arranque del ciclo 2017-2018, indicó la ASF, pero en otros ciclos ha habidos retrasos de hasta 70 días.