El Gobierno de la Ciudad de México recibirá este año 49 millones 160 mil pesos por la concesión, aprovechamiento, goce y uso de diversos espacios en el Bosque de Chapultepec por la iniciativa privada y vendedores, quienes cuentan con permisos para comercializar productos en sus cuatro secciones.

La búsqueda de hacer sustentable y autosuficiente la operación de este espacio llevó a la anterior administración capitalina a invertir 855 millones de pesos en acondicionar áreas comerciales, de servicios y estacionamientos, informó Faustino Martínez Pérez.

El representante de la Unión de Comerciantes del Bosque de Chapultepec explicó que la construcción del área de deportes extremos, como gotcha, cerca del panteón de Dolores, no se concretó, como tampoco la ciclovía del circuito Correr y Salud.

Comentó que tampoco el carril exclusivo del Mototrén, que traslada a la gente hacia los diversos estacionamientos de la segunda sección, se llevó a cabo, con lo que el proyecto de rescate quedó mucho a deber.

Al Papalote Museo del Niño, sin embargo, le inyectó 450 millones de pesos para crear nuevos espacios y un área comercial, así como para construir una bahía, cuando es un negocio privado que lucra, porque el costo de entrada más barato es de 200 pesos.

Con el nuevo rescate anunciado por las autoridades local y federal se sumarán otras empresas a Starbucks, City Café, Grupo Martí, las librerías Porrúa y Gandhi y Holanda, lo que colocará a los 816 comerciantes en muerte súbita.

De esta manera, a la reducción de más de 60 por ciento del número de espacios cuando la actual jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, era secretaria de Medio Ambiente, se suma una caída igual en las ventas y de visitantes por el cierre de diversos atractivos, comentó.

El gobierno, aseguró, busca colapsarnos porque ya tiene amarradas la entrega de más concesiones, por lo que exigimos ser incluidos en este proyecto de rescate cultural. De no ser así, nos ampararemos y recurriremos a la manifestación y a la resistencia civil.

Hoy está en juego el patrimonio y trabajo de miles de personas, quienes desde hace cinco generaciones han estado en el bosque, en ese entonces custodiado por el Ejército, y que nos hemos adaptado a lo que nos han obligado las autoridades en turno, comentó.

Recordó el intento comercial fallido de la actual jefa de Gobierno en la Hondonada, que está a un lado del Auditorio Nacional, lo cual no queremos que suceda, por lo que hemos solicitado una reunión con ella para que nos incluya, no sólo a los empresarios.

De acuerdo con las cuotas fijadas por la Secretaría de Medio Ambiente por el uso y aprovechamiento de los espacios, La Feria de Chapultepec paga anualmente 10 millones 943 mil 208 pesos, y el Centro Hípico, 14 millones 490 mil 120.

Mientras, por los espacios que ocupan los restaurantes Del Bosque, Meridién y Del Lago se reciben al año un total de 8 millones 422 mil 464 pesos, y por el uso de nueve estacionamientos ubicados en la segunda sección, 3 millones 483 mil 120.

Por el uso del espacio de estacionamiento del teatro Alfonso Reyes y por una fracción de la tercera sección para el desarrollo del proyecto Biotopos obtiene el gobierno 5 millones 104 mil 680 pesos, de acuerdo con lo publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

Corredores, vecinos y visitantes consideraron que con este nuevo rescate se instalarán más empresas trasnacionales en sus 800 hectáreas, al integrarse el Campo Militar F-1, donde se encontraba la fábrica de armas del Ejército.

Otros, sin embargo, lo calificaron de acierto, pues la instalación de cafeterías, áreas comerciales y restaurantes mejoró su imagen, sin que ello represente una privatización del espacio, porque los utilizan quienes lo desean.

El disfrute de sus amplias zonas requiere de inversión y de no contar con esos recursos se abandonan, se llenan de basura y se van deteriorando rápidamente, lo que aleja a la gente, como sucedió en los años recientes, comentaron.

La Feria, por ejemplo, ha incorporado nuevos atractivos, lo cual ha aumentado su número de visitantes, pues tenemos una fuerte competencia: Six Flags, pero ahí vamos, indicaron algunos de los jóvenes que ahí prestan su servicio.

El área de estacionamientos, señalaron, también ha mejorado y es más segura, aunque se tienen menos cajones y no puedes estacionarte en las vialidades porque tu auto termina en un corralón, pero tampoco “hay que entrarle con los viene viene”.

Los puestos tradicionales de comidas, fritangas, algodones y juguetes, empero, no deben desaparecer, porque es lo más tradicional en una visita a Chapultepec; y tampoco convertirlo en un área comercial, porque es de todos, expresaron.