Colombo. Al menos 16 personas, entre ellas seis niños, murieron la madrugada de este sábado en una operación de la policía de Sri Lanka contra yihadistas, tras la serie de atentados perpetrados desde el pasado domingo, durante las festividades de Semana Santa, que han dejado 253 muertos y 500 heridos.

La incursión se puso en marcha cerca de Kalmunai, una ciudad en la costa de población mayoritariamente musulmana y situada en la provincia de donde es originario el islamita Zahran Hashim, sospechoso de organizar los ataques suicidas.

Después de una hora de intercambios de disparos, tres hombres se inmolaron y provocaron la muerte de tres mujeres y seis niños presentes en el lugar, reportaron responsables de las fuerzas de seguridad. Otros tres hombres, que presuntamente eran atacantes suicidas, fueron abatidos cerca de la casa, dijo la policía en un comunicado.

Cuerpos carbonizados y, al menos, un hombre con un fusil de asalto fueron vistos en videos reproducidos por la televisión estatal. Dentro de la casa, se encontraron explosivos, un generador eléctrico, un dron y gran cantidad de baterías.

Por otra parte, la policía impuso toque de queda por séptimo día consecutivo debido a que equipos de rescate han encontrado más explosivos.

El vocero de la policía, Ruwan Gunasekara, indicó que más de 100 sospechosos han sido arrestados por los atentados, entre ellos 20 en las últimas 24 horas, por lo que anunció más operaciones policíacas para desmantelar a todos los grupos extremistas.

El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, vetó a las organizaciones musulmanas National Thawheed Jammath y Jamathei Millathu Ibraheem por estar involucradas en las explosiones.

Todas las actividades de esas organizaciones, así como sus propiedades serán incautadas por el gobierno. Se están adoptando acciones para vetar a organizaciones extremistas bajo las regulaciones de emergencia, añade el comunicado de la oficina del mandatario.