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Necesitamos que cineastas vuelvan a los estudios: Lorenza Manrique

Entrevista con la directora de los Churubusco-Azteca

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Viernes 26 de abril de 2019, p. 5

Desde su apertura en 1945, en el cruce entre las avenidas Tlalpan y Churubusco, en el sur de la Ciudad de México, los Estudios Churubusco-Azteca no sólo fueron el gran hogar del cine mexicano sino también de producciones internacionales. A Lorenza Manrique todavía le tocó conocer los 21 foros que integraban sus instalaciones –de los cuales sólo quedan ocho–, además del gran terreno de cinco hectáreas que ocupaba el back lot, dotado de un lago, zona boscosa, zoológico e incluso un villorio para escenas al aire libre –desde noviembre de 1994 es ocupado por el Centro Nacional de las Artes–, pues la producción de cine en México tiene muy buen nivel; estadunidenses, ingleses y franceses producen tradicionalmente aquí por esa razón y es lo que hay que potenciar, advierte la directora de arte y diseñadora de producción.

Desde el 14 de febrero pasado, la ganadora de cuatro premios Ariel –por el cortometraje de ficción Sonríe, en 1998, y en diseño de arte por Aro Tolbukhin: en la mente del asesino, en 2003; Morirse en domingo, en 2008, y Ciudadano Buelna, en 2014–, fue anunciada como la nueva directora general de la institución; desde su llegada comenzó a reubicar a los productores de cine mexicano en oficinas dignas y no en los cubículos de cartón en que se hallaban, a construir nuevos baños y quitar los apestosos que encontró, además de abrir más espacios de estacionamiento, regresando a la propuesta arquitectónica original, pues había un grave problema de espacios.

No puedo tener a la gente que produce sin estacionamiento, no pueden llegar cargando siete sillones en el Metro. Necesito que puedan llegar hasta sus lugares de trabajo y cumplir con su profesión de manera cabal, dice.

Toda producción es bienvenida

Actualmente se realizan bastantes comerciales e incluso televisión de ficción que son muy bienvenidos; las instalaciones de los Churubusco se encuentran permanentemente ocupadas. Sin embargo, una de sus mayores preocupaciones es que el cine y los cineastas mexicanos vuelvan a los estudios y sepan que son suyos, ya que el Estado mexicano los adquirió justo para ofrecer servicio especialmente al cine independiente, aquel que no se encuentra ligado a ninguna red o network de pantallas.

Ese es el cine que necesitamos y al que se deben los estudios, es la pata de la cultura. Tenemos tres patas: la administración, la industria y la del arte, si ésta no existe, te caes, igual que las otras dos. Es muy importante que los cineastas vengan, que regresen, para ello hay varios proyectos, explica.

Una ventaja, añade, es que los Estudios Churubusco no han incrementado sus precios desde 1994, ni siquiera para adaptarse a la inflación anual, así que un estudio de mil 200 metros cuadrados cuesta 12 mil pesos al día, precio equivalente o más bajo que cualquier estudio privado chico, y que cuenta con una construcción específica para filmar, servicios de seguridad, estacionamiento, agua, luz, Internet, teléfono. Y promete no incrementarlos pues, de alguna manera nivelan los precios del mercado, revela.

Los estudios no son caros , es importante que se sepa porque la gente piensa que son un lujo cuando los servicios no han subido y eso se mantendrá, explica la egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La cultura no debe recortarse

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2019, los Estudios Churubusco recibieron 29 millones 620 mil 195 pesos, según cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda, es decir 24.8 por ciento menos respecto de los 39 millones 388 mil 807 pesos con que contaron el año anterior, la cifra más baja de los tres sexenios anteriores. Ante esta situación, Manrique se pronuncia enfática: La cultura no debe recortarse en el tenor de la Cuarta Transformación. Evidentemente, a lo que no hay que quitar dinero es a la cultura, a las escuelas ni a las universidades, porque esa es el arma contra la violencia y el despojo.

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▲ Lorenza Manrique fue coordinadora técnica de Procinedf.Foto Pedro González Castillo

Aunque las entradas de los Estudios Churubusco no bajan y sus instalaciones siempre están a tope, con lo que generan por sí mismos su nómina completa –el PEF calcula ingresos anuales por 400 millones de pesos para 2018 y 2019–, piensa que los presupuestos que en un momento de crisis tuvieron que ser mermados deben ir restituyéndose de manera coherente y está convencida de que así sucederá gradualmente porque, a fin de cuentas, son el triunfo de la gente, son logros de la sociedad, nosotros no los podemos quitar porque no son nuestros y en eso estamos ayudando al Presidente, para eso le tendemos la mano, para defender la cultura. Es muy importante entender que los apoyos a sociedades y asociaciones civiles, a artistas y deportistas, a la salud, han sido ganados por la gente con mucho trabajo y nosotros estamos aquí para defenderlo, explica Manrique, quien calcula haber trabajado en una treintena de producciones en Churubusco, a los que llegó de adolescente para trabajar como asistente en posproducción de sonido para Nerio Barberis y Elena Eskenazi.

Revivir el sonido análogo

Su plan de trabajo contempla la revitalización de toda el área de posproducción, creando pequeñas salas de grabación para música o testimoniales y entrevistas, muy bien armadas, y consolidar el proyecto de una sala de grabación de orquesta, servicio muy solicitado, además de mejorar las salas THX, aunque es de lo mejor que tenemos, vamos a mejorar muchísimo la parte sonora de los estudios.

Los Churubusco cuentan con el laboratorio fotoquímico más importante de Latinoamérica, que revela miles de pies de cintas de 16 y 35 mm cada semana, pero ahora lo reforzarán con revelado de formatos 8 mm, Super 8 y 70mm, para recuperar todo tipo de archivos.

Además, Manrique planea revivir las maravillosas consolas análogas y todas las máquinas de sonido que hay en la institución, sobre todo en lo que respecta al proceso de grabación análogo que está tomando particular auge en el medio. Estamos trabajando en fortalecer lo que hay; es tanto lo que se ha construido que con un empujoncito, con una reorganizada, podrá verse este trabajo que se ha ido llevando desde el maestro Joskowicz y el maestro Marco Julio (Linares). Entonces esa es la misión, concluye la ex coordinadora técnica de Procinedf.

Finalmente, aunque la construcción del edificio Luis Buñuel durante la gran remodelación de los Estudios le causó un poco de resquemor, ahora lo utilizará para pasar el laboratorio análogo, el laboratorio de imagen digital y es la nueva sede del Instituto Mexicano de Cinematografía, ya que ahora es muy importante caminar muy juntos con la comunidad. Queremos que vengan los jóvenes, es un tesoro que tiene la nación y al parecer no lo saben, están poco utilizados por los cineastas, finaliza.