Guadalajara, Jal., ‘‘Primer cuadro, la escena tiene lugar la madrugada del 17 de julio de 1936 en el interior de un vagón de tren. El único pasajero es Federico, quien dormita sentado junto a la ventana: la cabeza apoyada en el respaldo del asiento, la cara cubierta por el sombrero, viste todo de blanco, traje de dos piezas, camisa, corbata, sombrero, con excepción de los zapatos que son blancos y negros. Es de noche, pero a medida que transcurre la escena entra por la ventana la luz blanca del alba y después el resplandor rojo del sol…”

La voz de Carmen Villoro abrió con esas palabras, primeras de la obra La muerte se va a Granada, del escritor Fernando del Paso (Ciudad de México, 1935-Guadalajara, 2018), el maratón de lectura con motivo del Día Internacional del Libro en un festejo organizado por la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Villoro, directora de la Cátedra de Arte, Poética y Literatura Fernando del Paso, que desde 2017 instauró la Universidad de Guadalajara (UdeG), fue la primera de una larga lista de lectores que junto a la explanada del edificio central de esa casa de estudios multiplicaron los versos de la obra escrita por Del Paso, en la que describe los últimos días de Federico García Lorca, poeta granadino. Antes de iniciar la lectura, Socorro Gordillo, viuda de Del Paso, y su hijo Alejandro del Paso, tuvieron una breve participación para agradecer el homenaje en ese acto en el cual en varias ocasiones el propio Fernando del Paso participó en años anteriores.

Alejandro del Paso, vestido de saco rosa claro y una camisa y corbata del mismo color, aunque en tonalidades fucsia en homenaje a su padre, recordó cómo Fernando del Paso el 23 de abril de 2016, durante su discurso al recibir el Premio Cervantes, habló de un sueño que permanece pendiente.

‘‘Espero que algún día se le cumpla, aunque sea de manera póstuma. Dijo y citó: ‘He soñado que algún día se represente o se lleve a escena en este país, España, La muerte se va a Granada, sobre el asesinato de Federico García Lorca. Hoy sin la obra aún llevada a escena en España, agradezco el entusiasmo y cariño de quienes estarán participando en esta lectura”, refirió.

Recordó que su padre tuvo una dedicación completa al quehacer literario, pero jamás lo hizo pensando en conquistas y premios, sino en maravillar y seducir a los lectores.

‘‘Eso buscaba con quien se atreviera a navegar, deambular en sus libros y reír y deleitarse con ellos”, añadió el hijo del autor.

Dijo que el sueño mayor de Fernando del Paso sí se cumplió, al romper las barreras generacionales, lo que comprobó cada día cuando con la mayor parte de su obra publicada motivaba el entusiasmo de los jóvenes, los que en hordas lo buscaban para pedirle fotos y firmas en sus libros.

Marisol Schulz, directora de la FIL, dijo que la lectura que se desarrolló durante todo el día en la explanada de la UdeG no era la de una comedia ni obra musical, sino de ‘‘una obra declamada, ya que está escrita en verso”.

Anunció que La muerte se va a Granada tendría durante el día ‘‘lecturas espejo” en decenas de preparatorias y campus de la UdeG, en la red de bibliotecas públicas del gobierno local y de varios municipios jaliscienses.