Miércoles 24 de abril de 2019, p. 4
Con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, el Fondo de Cultura Económica (FCE) y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México obsequiaron ayer en el Ángel de la Independencia 4 mil ejemplares de La sombra del caudillo, novela de Martín Luis Guzmán.
Antes de la entrega, a las 11 horas se realizó una ceremonia con la participación del director general del FCE, Paco Ignacio Taibo II; Francisco Pérez Arce, integrante de ese grupo editorial, y Benjamín González Pérez, titular de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
‘‘La decisión de regalar este ejemplar radicó en su importancia simbólica, por ser un libro que se metía en los entretelones del crimen de Estado, lo que trajo como consecuencia inmediata su censura”, precisó Taibo II.
Por su parte, González Pérez indicó que se deben crear las condiciones para disfrutar de los libros como un bien ‘‘público, gratuito y popular”.
Esa novela constituye una severa crítica, con magistral manejo del sarcasmo, del caudillismo posterior a la Revolución Mexicana, el cual marcó el inicio del poder de los jefes militares.
Escrutinio de la realidad
Martín Luis Guzmán (Chihuahua 1887-Ciudad de México, 1986) describe el periodo en que Álvaro Obregón fue presidente y cómo logró imponer a su sucesor, Plutarco Elías Calles, luego de ordenar el homicidio del general Francisco Serrano y sus partidarios en Huitzilac, Morelos, en 1927.
de la Ciudad de México
‘‘La película es muy buena, pero el libro es mejor”, acotó Taibo II.
Martín Luis Guzmán tuvo que exiliarse en Madrid, en 1925, debido a su oposición a la elección de Calles, su apoyo a la rebelión de Adolfo de la Huerta, con la cual simpatizaba y la certeza de que su vida corría peligro; además, el asesinato del general Serrano y de algunos de sus partidarios le causó demasiada indignación, lo que derivó a escribir esta novela con el propósito de plasmar ‘‘la revolución convertida en régimen de gobierno”.
La novela fue publicada en España por el sello Espasa-Calpe en noviembre de 1929, aunque de inmediato se pretendió cancelar su circulación en México.
‘‘Por estas razones, además de su brillante escritura y su agudo escrutinio de la realidad del país durante el periodo histórico posterior a la Revolución este libro fue seleccionado”, informa el FCE en un comunicado.