Nezahualcóyotl, Mex., Mago, activista del colectivo Vivas en la Memoria, e integrante de la Asamblea Organizativa 25 N Nezahualcóyotl-Chimalhuacán, afirma que el gobierno estatal que encabeza Alfredo del Mazo Maza continúa la línea de sus antecesores y correligionarios, Eruviel Ávila (2011-2017) y Enrique Peña Nieto (2005-2011), de minimizar y ser insensibles al problema de los feminicidios.

Reprocha que el mandatario priísta hace como que la Virgen le habla, voltea a todas partes, excepto al oriente de la entidad. No tiene la más mínima gana de hacer algo para combatir este delito y tampoco para la aplicación de la alerta de violencia de género, afirma.

Recuerda que en mayo de 2014 Eruviel Ávila dijo que en el estado de México hay cosas más graves que atender, que los feminicidios, cuando el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) le solicitó una reunión para informar sobre las acciones instrumentadas en la entidad en la materia.

Sostiene que no hay ningún interés de las autoridades estatales en la capacitación de los ministerios públicos, policías, el sistema judicial, y empiezan a manejar los recursos destinados a la aplicación de la alerta de violencia de género en beneficio de sus intereses políticos.

Torpeza de autoridades

Mago, quien desde hace 25 años reside en Chimalhuacán, critica la torpeza de las autoridades en casos de feminicidio como el de la menor Giselle ocurrido en esa localidad, en enero pasado.

“Cuando se pide a los ministerios públicos que entreguen los videos de las cámaras, empiezan a argumentar: ‘no servían, no puedo, lo estamos pidiendo, mil pretextos para no entregarlos’.

¿Cuál es la razón? ¿El Estado está dentro de esto, es parte de esto?, porque si no, no puedes entender que sean tan insensibles a los casos de desapariciones, de muertes o feminicidios, y no hagan nada.

Para Sofía Angélica Silva Gracia, egresada de la Facultad de Sicología de la UNAM, la alerta de violencia de género es un mecanismo que debiera contemplar las situaciones y condiciones previas que llevan a que se perpetre un feminicidio, que es la punta del iceberg, la violencia más palpable.

Expone que circunstancias como la violencia intrafamiliar, los obstáculos para denunciar agresiones, la falta de infraestructura para que las mujeres puedan ocupar libremente los espacios públicos, las limitantes para que participen políticamene con más libertad, son condiciones que favorecen los feminicidios.

Silva Gracia realizó la investigación Las formas de organización entre mujeres en contextos de violencia feminicida. Un análisis cartográfico en la experiencia de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl. En ella plantea que el feminicidio debe entenderse como parte de un cúmulo de violencias que culmina en el asesinato violento de una mujer, siendo una práctica sistemática, cuyas razones se encuentran ligadas a la estructura cultural y social de los diferentes contextos en que se presentan.

Subraya que la alerta de violencia de género no es algo que solamente competa al estado de México, sino que se tiene que pensar en relación con la Ciudad de México, pues 10 de los 11 municipios mexiquenses con dicha declaratoria son conurbados a la capital del país.

No hay acceso a la documentación oficial

Menciona que en teoría la alerta de violencia de género apuesta a que las mujeres accedan a información sobre lo que está pasando, pero no estamos recibiendo esa información; que las compañeras activistas se dediquen a documentar responde a que no hay una documentación oficial de lo que está sucediendo.

Mujeres que fueron asesinadas por razones de género en muchos casos no pudieron hacer las denuncias de lo que les estaba pasando; no hubo una institución que pudiera darles una respuesta y rescatarlas. Para eso tendría que servirnos la alerta de violencia de género.

Por ello, en el estudio que elaboró, destaca la importancia del acompañamiento entre mujeres sobrevivientes de violencia, familiares de víctimas, activistas, que conjugan sus experiencias para intentar entender el fenómeno y hacer frente a los numerosos impactos que el feminicidio genera en las comunidades. Son redes que salvan vidas, sostiene.

Para Ximena Ugarte Trangay, del OCNF, el estado de México es la entidad federativa con mayor número de mujeres y niñas desaparecidas en el país y parece que no está pasando nada. Las autoridades, todavía no saben cómo hacer una búsqueda con perspectiva de género, no saben a dónde ir a buscar a las niñas y mujeres cuyo paradero se desconoce.

Se sigue violando la ley, sostiene, porque la autoridad sigue argumentando que la mujer desaparecida se fue con el novio, y siguen sin investigar antes de que sucedan 72 horas. Acepta que hay un avance en la materia, pues se ha logrado que al menos ocho nuevos casos se investiguen con perspectiva de género, “pero (el avance es) no tanto por las autoridades, sino por la pelea de las familias que han estado día