Pobreza y violencia son las dos causas por la que los centroamericanos salen de sus países y se integran a las caravanas de migrantes, señaló la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), de las Naciones Unidas.

Muchos mencionan que han sufrido amenazas por parte de grupos criminales, dijo el organismo en su más reciente reporte de la caravana de migrantes, correspondiente al periodo del 4 de noviembre de 2018 al 28 de marzo de 2019.

Setenta y seis por ciento reportó como razón básica para migrar buscar mejores condiciones de vida, pero también 3 por ciento dijo que pretendía la reunificación familiar.

En cuanto al perfil de los participantes en la caravana, apoyados por esta instancia, la OIM detalla que la mayoría carecía de estudios más allá del nivel básico.

Según este documento, 12 por ciento de los integrantes de los flujos migratorios no tenía ningún grado educativo; 53 por ciento, primaria, y 30 por ciento secundaria.

La OIM explicó que aquellos que no contaban con estudios se debía a que 27 por ciento eran menores de cinco años y todavía no entraban a la educación general básica y 73 por ciento eran personas mayores de edad que no pudieron ingresar a estos sistemas educativos.

Perfiles laborales

Igualmente el grueso de las caravanas está integrado por población en edad de trabajar, de entre 18 y 45 años. Una cuarta parte se ocupaba en agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, y casi otro tanto en construcción.

El grupo más grande que ha sido asistido por la OIM (74 por ciento de los registros) es de hondureños, seguido de salvadoreños (23 por ciento) y los originarios de Guatemala (3 por ciento).

Acerca de las condiciones de salud, alrededor de un tercio de las personas migrantes entrevistadas para optar al programa de retorno voluntario sufría enfermedades respiratorias, así como algunos casos de infecciones y afecciones en ­músculos y extremidades.

Sobre el retorno voluntario asistido del organismo de la ONU, reportó que desde el 4 de noviembre ha facilitado el retorno voluntario de mil 280 personas que se dirigían a Estados Unidos a través de territorio mexicano. De este universo, 52 eran niños, niñas y adolescentes migrantes no ­acompañados.

Debido a su alta condición de vulnerabilidad, el organismo multilateral detalló que todos los menores de edad han regresado a sus lugares de origen vía aérea.

La mayoría de los repatriados avanzó más allá de la frontera sur mexicana. Tal es el caso de Tapachula, Chiapas, que concentra los casos provenientes de Tijuana y la Ciudad de México.

La mayor parte de las personas en situación de movilidad al momento del retorno voluntario tenía un estatus migratorio irregular (86 por ciento), de las cuales 63 por ciento se encontraba en México y 37 por ciento en Guatemala.