Caracas. La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció este lunes que Estados Unidos, Colombia y Brasil preparan una intervención militar contra su país, al tiempo que el Grupo de Lima rechazó una invasión a la república bolivariana.

¡Funcionarios de Estados Unidos, Colombia y Brasil que complotan para desconocer la voluntad del pueblo de Venezuela; mediante la violencia militar incurren en delitos de lesa humanidad y son responsables internacionalmente! ¡Igual suerte corren aquellos venezolanos que se suman a este crimen!, tuiteó Rodríguez.

Previamente, el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unida (ONU), Samuel Moncada, reveló que se llevó a cabo una reunión entre funcionarios de Estados Unidos, Colombia, Brasil, empresas privadas y ciudadanos venezolanos para promover la guerra en el país petrolero.

Rodríguez agregó que ¡la comunidad internacional y sus órganos de legalidad multilateral deben saber que está en curso un criminal plan para agredir militarmente a Venezuela! El patético espectáculo de reconocimiento a un efímero autoproclamado (Juan Guaidó) sólo enmascara la intervención de Venezuela por países imperiales.

Desde Santiago, el Grupo de Lima rechazó amenazas o acciones que impliquen una intervención militar en Venezuela y pidió el retiro inmediato de servicios de inteligencia o castrenses que se han desplegado en el país petrolero.

En el encuentro, al cual no asistió México, también se exhortó a la comunidad internacional a avanzar en la aplicación de sanciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

En la reunión participaron Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.

La crisis en Venezuela se agravó el pasado 10 de enero, cuando Maduro inició un segundo mandato que no fue reconocido por la oposición al considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron fraudulentas.

El 23 de enero el líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente encargado y obtuvo el reconocimiento de Estados Unidos y otros 50 países.

En tanto, Guaidó se manifestó a favor de buscar la salida a la crisis que tenga menos costos sociales, aunque sostuvo que ha llegado el momento de evaluar todas las opciones, incluida una salida de Maduro por la fuerza.

En Venezuela hay tres opciones para que logremos salir de esta crisis: la elección luego de las etapas que hemos planteado, una transición sui géneris como sucedió en el 58 (tras una dictadura de cinco años) o una salida de fuerza, explicó Guaidó a la agencia Ap.

¿Cuál es la mejor opción? La que genere menor costo social, mayor posibilidad de gobernabilidad y estabilidad para la atención de la crisis y que produzca la elección realmente libre en el menor tiempo posible, agregó.

Guaidó afirmó que ve una salida a la crisis de Venezuela con mucha presión.

Sobre la propuesta de diálogo promovida por México y Uruguay, Guaidó externó que con Maduro no hay diálogo posible porque es parte central del problema.

El gobierno de Colombia negó que el mayor general Juan Pablo Amaya, agregado de la embajada en Estados Unidos, hubiera tomado parte de una reunión reservada para evaluar una posible intervención militar a Venezuela.

El periodista estadunidense Max Blumenthal sostuvo el sábado en un artículo del portal Grayzone que un grupo de expertos del estadunidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales organizó el pasado 10 de abril una reunión reservada sobre el uso de la fuerza militar en Venezuela.

Según Blumenthal, la lista de los asistentes incluyó a varios funcionarios y militares de Estados Unidos, como Kurt Tidd, quien hasta noviembre de 2018 encabezó el Comando Sur de Estados Unidos, así como representantes de países de América del Sur como Colombia y Brasil, incluido Amaya y Daniel Ávila, ministro consejero de la embajada colombiana en Estados Unidos.

En otro orden, Moncada, embajador venezolano ante Naciones Unidas, describió recientemente, durante una rueda de prensa en la sede de la ONU en Manhattan, las restricciones a la libertad de movimiento que Estados Unidos ha impuesto sobre él y el resto de funcionarios venezolanos de la misión, calificándolas de abuso de poder.

Son el tipo de cosas que nosotros no andamos contando, pero que es bueno que se conozcan. El gobierno de Estados Unidos viola el tratado del país sede, acusó en referencia al acuerdo según el cual Washington permite a la ONU tener su sede en Nueva York, pero debe respetar las funciones diplomáticas de los países miembros del organismo. De acuerdo con el libro azul, que supuestamente mantiene una lista actualizada del personal de cada misión, la oficina venezolana cuenta con al menos 18 empleados, incluido Moncada.

Estados Unidos no reconoce al gobierno de Maduro, por lo tanto desconoce a Moncada y su equipo. Sin embargo, éstos están acreditados por la ONU y representan a su país ante ese organismo.

Moncada indicó en la conferencia de prensa que Estados Unidos cambió su visa.

Agregó que el 29 de marzo expiraron las visas G-1 que él y el resto de funcionarios de la misión tenían. Estados Unidos les informó que les entregaría visas G-3, las cuales reducen sus privilegios, pero los funcionarios venezolanos aún no las han recibido.

Entregamos los pasaportes para que se nos den las visas G-3 y en este momento no sabemos qué pasa, manifestó Moncada.

Portavoces del Departamento de Estado explicaron que los funcionarios de la misión venezolana que no han sido designados por Guaidó no califican para la visa G-1.