Del precio total de un litro de gasolina regular en México, más de la mitad está definido por los costos internacionales del petróleo crudo, el proceso de refinación, el almacenamiento y la logística, mientras los impuestos representan casi 40 por ciento.

En lo que va del año el precio al consumidor de la gasolina regular (Magna) ha aumentado 3.3 por ciento, a la par de otros costos internacionales asociados con el mercado mexicano.

Entre éstos, el precio de la gasolina regular en Texas, que ha subido 28 por ciento en cuatro meses, de donde se trae la mayor parte del combustible consumido en México, y la mezcla mexicana de exportación, que supera 60 dólares por barril.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) es el órgano que recopila los precios de las gasolinas y el diésel proporcionados por los permisionarios, luego de la apertura total del mercado en noviembre de 2017.

Los precios, que son actualizados diariamente a partir de las 17 horas, pueden ser consultados por el público en general con base en los costos más bajos o más altos, así como por entidad federativa.

Desde enero de este año existe una sola región especial para los precios de los gasolinas automotrices y el diésel.

Mediante un decreto, el Ejecutivo federal creó estímulos fiscales a los combustibles automotrices y el diésel para dicha zona, que abarca los 3 mil 200 kilómetros de franja fronteriza con Estados Unidos e incluye 43 municipios.

El objetivo es homologar los precios de las gasolinas y el diésel con las estaciones de servicio de localidades estadunidenses.

Estructura del precio

En México, los impuestos representan 40 por ciento del precio del litro de gasolina regular, mientras 52 por ciento significan la cotización internacional del petróleo crudo, la refinación, la importación, el almacenamiento y la logística, de acuerdo con un análisis del especialista en temas de energía Ramsés Pech.

El costo del transporte de la terminal de almacenamiento a la estación de servicio representa apenas 2 por ciento del precio por litro de gasolina regular, la calidad y el manejo del combustible es uno por ciento, la operación de la estación de servicio 2.5 por ciento y el margen neto para el empresario gasolinero es de 2 por ciento del precio total.

En Estados Unidos, del costo total del galón (3.7 litros) los impuestos representan 20 por ciento, la cotización internacional del petróleo crudo 59 por ciento, la refinación 7 por ciento y la distribución y comercialización 14 por ciento.

Para el analista Mario di Costanzo, los precios difundidos ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador no pueden ser comparados debido a que la metodología para definir los precios de venta de las gasolinas es totalmente libre.

Manifestó que los precios no necesariamente son comparables entre diferentes regiones ni por tipo de gasolinas, y mucho menos por marca o logotipo de estación de servicio.

Tratar de hacerlo sin considerar las diferencias entre regiones puede traer graves inconsistencias, enfatizó el ex funcionario federal.

Señaló que de los datos difundidos por el Ejecutivo federal se puede concluir equivocadamente que Shell vende la Premium más barata que la Magna. Resulta, expresó Di Costanzo, que el precio más alto para la Magna fue de 22.23 pesos y el más alto para la Premium es de 21.61, lo cual es verdaderamente absurdo.