Opinión
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La muestra

María por Callas

D

ieciséis años después de Callas forever (2002), aquella dispareja aproximación biográfica centrada en los últimos días de la gran diva, realizada por Franco Zeffirelli y estelarizada por la actriz francesa Fanny Ardant (en términos de casting, todo un acierto), el joven fotógrafo y publicista francés Tom Volf propone ahora una idea novedosa: capturar al personaje a partir de sus confidencias íntimas. Se invita así al espectador de María por Callas (Maria by Callas, 2018), a incursionar en la vida privada de la cantante recuperando la estupenda entrevista concedida a David Frost en 1970, así como imágenes de archivo y extractos de películas caseras para evocar momentos de su juventud e infancia, y, la parte más notable, fragmentos de las cartas que Callas envió a su amiga Grace Kelly y a su profesora Elvira de Kalos, leídas por Fanny Ardant, en los que narra su desventurada relación amorosa con el magnate Aristóteles Onassis y la prolongada frustración que le produjo el brusco rechazo de su público el día en que por un inconveniente de salud no pudo estar a la altura de su perfección artística.

A ese conjunto de registros testimoniales lo enriquece la recuperación, por vías de la digitalización, de algunas de sus mejores grabaciones, en particular el aria Casta Diva de la ópera Norma, de Bellini, presentada memorablemente en París en 1965. También resulta novedoso, para un público cinéfilo, el rescate de algunas escenas filmadas durante el rodaje de la película Medea (1969) que ella estelarizó bajo la dirección de su amigo Pier Paolo Pasolini. Consciente tal vez de las inevitables omisiones en un proyecto semejante de evocación biográfica, el joven cineasta se desentiende de todo comentario externo superfluo, de cualquier interpretación o juicio posible, para privilegiar la palabra de Callas, quien pronto se revela como interlocutora inteligente, capaz de ironía y autocrítica, dueña de la lucidez suficiente para comprender y hacer sentir a los demás la triste vanidad de un éxito fulgurante y el flagelo de la inconstancia amorosa. Pero sobre todo los beneficios perdurables del rigor y la disciplina artística. Habiendo rescatado con aplicación discreta estos elementos, el documental María por Callas cumple con creces sus mejores propósitos.

Se exhibe en la sala 2 de la Cineteca Nacional a las 16 y 21 horas.

Twitter: Carlos.Bonfil1