Es la serie más vista y la más cara de la historia; ha impulsado el tursimo como ninguna e impone moda
Viernes 12 de abril de 2019, p. 5
París. La más cara, la más vista, la más pirateada, la más recompensada... Juego de tronos, cuya octava y última temporada se emitirá a partir del 14 de abril en 186 países, aglutina todos los récords.
Audiencias excepcionales
Lanzada en 2011, Juego de tronos ha ido seduciendo a más y más espectadores a lo largo de las temporadas. Se convirtió en la serie más vista de HBO en 2014, desbancando a Los Soprano. El último episodio de la séptima temporada fue seguido en directo por 16.5 millones de fans en Estados Unidos, un récord absoluto para una serie de televisión. Según HBO, los episodios de la última temporada fueron vistos por un promedio de más de 30 millones de personas en ese país.
Unas cifras excepcionales que se repiten en el resto del mundo y a las que se añade la piratería, estimada en más de mil millones de vistas ilegales para la séptima temporada, todo un récord.
Varias cadenas como OCS en Francia y Sky Atlantic en el Reino Unido decidieron emitir la octava temporada en simultáneo con Estados Unidos, es decir, de madrugada.
Un presupuesto colosal
La octava temporada se anunció como la más cara de la historia de las series, con un presupuesto de 15 millones de dólares por episodio, es decir, 90 millones de dólares para los seis. Entre los efectos especiales, los imprevistos en los decorados naturales y el caché de los actores (más de 1.1 millones de dólares por episodio para los cinco principales), los contadores se disparan.
Los episodios de esta última temporada son más largos, 1 hora con 20 minutos para los tres últimos, como un largometraje.
El episodio piloto costó casi 10 millones de dólares y la séptima temporada, con siete episodios, fue la más cara (100 millones).
Una inversión rentable: según el diario New York Times, la serie aporta mil millones de dólares anuales a HBO. Es, además, la serie más recompensada en los premios Emmy, con un total de 47 galardones.
Top secret
Tras la filtración de cuatro episodios de la quinta temporada antes de su difusión, la cadena tomó medidas de protección. Sus dos creadores, David Benioff y DB Weiss, grabaron varias versiones finales para evitar las filtraciones, una técnica ya utilizada para Los Soprano y Breaking Bad. La actriz Sophie Turner (Sansa Stark) reveló que visitó lugares falsos de rodaje para despistar. Durante la filmación, se dispuso un dispositivo antidrones.
Auge turístico
Con una treintena de lugares de rodaje en el mundo, la saga fantástica disparó el turismo ahí por donde pasó, como en Irlanda del Norte, Islandia o en las ciudades españolas de Osuna y Gerona, con circuitos turísticos dedicados a la serie, según datos recopilados en el libro Game of Thrones décodé, de la periodista francesa Ava Cahen.
En cuanto a la ciudad de Dubrovnik, en Croacia, que representa la capital ficticia Desembarco del Rey, tuvo que imponer un número límite de visitantes.
Tendencias
Los nombres de los personajes de la serie inspiraron a los padres del mundo: Arya figura en el top 20 de los más populares (343 nacimientos en 2017) en Inglaterra y Gales, mientras en Estados Unidos, Khaleesi, título de uno de los personajes principales que significa reina en el idioma imaginario de Dothraki, entró en el top mil en 2014, y en 2017 nacieron 466 niñas con ese nombre.
Pero no sólo se imitan los nombres: uno de los actores principales, Peter Dinklage, pidió a los fans que dejaran de comprar perros de raza huski –similares a los lobos de la serie– porque los abandonos de estos perros se dispararon 700 por ciento desde 2011 en el Reino Unido, según la organización por los derechos de los animales PETA.
Fans presidenciales
Barack Obama, fan de la serie, pidió ver en prestreno la sexta temporada, pese a que HBO había prohibido cualquier difusión anticipada. Donald Trump hizo referencia en varias ocasiones a la emblemática divisa de la familia Stark Winter is coming (Llega el invierno) al tuitear Sanctions are coming
(Llegan las sanciones) a propósito de Irán, y “The wall is coming”, en alusión al muro en la frontera con México, pese a las protestas de HBO y de algunos actores.