Viernes 12 de abril de 2019, p. 25
El deseo del gobierno de aumentar la autosuficiencia en el suministro de combustibles del país es negativo para México, consideró la agencia internacional calificadora de valores Moody’s.
En el análisis titulado Cambio en el comercio de energía soporta la economía de Estados Unidos, pero es negativo para exportadores latinoamericanos, señala que el plan del nuevo gobierno para suspender las exportaciones de petróleo y aumentar la producción de combustible aumenta el flujo de efectivo, pero también los riesgos cambiarios.
Explicó que la compra de gasolina a Estados Unidos permite a México asignar sus escasos recursos para tratar de estabilizar la producción y las reservas de petróleo y gas, mientras la refinación rentable requiere una alta eficiencia operativa, que no se logra fácilmente.
Las refinerías son costosas y técnicamente complejas, con un promedio de tres a seis años para desarrollar
. Además, los refinadores también compiten en un mercado global altamente comercializado, particularmente para la gasolina.
Desventaja a corto plazo
Señaló que las refinerías de Estados Unidos producen altos volúmenes más eficientes y a un costo razonable en comparación con las refinerías de cualquier otro mercado global. Si México tuviera que desarrollar su propias refinerías, las estadunidenses trasladarían el exceso de producción a otros mercados
, advirtió.
Recordó que México es ahora un importador neto de gas natural y productos petrolíferos de Estados Unidos y sigue siendo un exportador neto de crudo a ese país.
Este balance energético cambiante, agregó, colocará a México en una desventaja en los próximos años si continúa con los planes para redirigir inversiones de capital hacia refinerías y alejadas de la producción petrolera.
Los planes del gobierno para hacer que México sea autosuficiente en combustible son arriesgados: primero, detener el declive de la producción de petróleo requiere grandes inversiones de capital, algunas de las cuales se esperaba que contribuyeran socios y, segundo, es dudoso que la gasolina y otros productos derivados del petróleo se produzcan de manera eficiente, confiable y a bajo costo, o al menos tan eficientemente como los de refinerías de Estados Unidos
. Moody’s consideró que el fracaso en estos dos frentes será desfavorable para la economía de México.