Atenderá a 60 millones sin seguridad social
Será el eje de la restructuración del sistema sanitario para fortalecer la atención primaria
Miércoles 10 de abril de 2019, p. 31
El Instituto Nacional de Salud para el Bienestar –cuya creación anunció ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador– será el nuevo eje de la restructuración del sector, por lo que a fin de fortalecer la atención primaria, este nuevo organismo asumirá la administración de las clínicas y hospitales rurales de IMSS Bienestar, así como de los centros de salud y hospitales generales de los estados que se sumen al acuerdo para la federalización de los servicios sanitarios.
En la ceremonia conmemorativa por el Día Mundial de la Salud, López Obrador dio a conocer la decisión con la cual se prevé cumplir el compromiso de revertir la política que imperó en las pasadas tres décadas y que dejó el sistema en ruinas
, pues la salud se puso al servicio del mercado, como si fuese una mercancía y sólo pudiesen tener acceso a ella quienes gocen de posibilidades económicas suficientes.
El financiamiento provendrá de lo que la federación asigna a IMSS Bienestar y de los recursos que el Seguro Popular transfiere a las entidades federativas. Los hospitales de alta especialidad, institutos nacionales de salud y eventualmente los nosocomios de la seguridad social se fusionarán en otra instancia con nivel de subsecretaría o equivalente, desde la cual se garantizará la transferencia de pacientes entre los tres niveles de atención, explicó en entrevista Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Un tercer elemento de la reorganización será Salud Pública, el nuevo nombre de la actual Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud con funciones de rectoría de los programas sanitarios, indicó.
La Ssa será la cabeza del sector
La Secretaría de Salud (Ssa) se mantiene como la cabeza del sector y operará los servicios por medio del nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, cuyo titular será el tabasqueño Juan Antonio Ferrer, quien ha puesto en marcha el Plan Nacional de Salud en los estados del sur-sureste.
Ante la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne; la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet; el secretario adjunto de la Organización de Estados Americanos, Néstor Méndez, así como ministros de salud de América Latina y funcionarios del sistema sanitario nacional, el titular del Ejecutivo reiteró que en el país el derecho a la salud es letra muerta aunque está plasmado en la Constitución. Lo que hay, aseguró, es un sistema desarticulado que no garantiza la atención médica de las personas.
En México, señaló López Obrador, hay alrededor de 15 mil unidades médicas de primer nivel con atención deficiente. No hay médicos a pesar de que es algo básico, porque es lo más cercano a la gente y el lugar donde se pueden prevenir enfermedades.
Debido a que está muy mal el sistema de salud pública en el primer y segundo niveles de atención
, en esta administración se va a restructurar todo. Para ello, anunció, se crea el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, que se encargará de dar atención a los pobladores sin acceso a la seguridad social, que suman alrededor de 60 millones.
Más tarde, López-Gatell explicó que en una primera fase, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) transferirá a la nueva institución la administración del programa IMSS Bienestar, que atiende a personas sin seguridad social en las zonas rurales.
Unificación sin violentar derechos laborales
También tendrá a su cargo la operación de los centros de salud de las 10 entidades que hasta ahora han suscrito el acuerdo para la federalización de los servicios, como parte del cual la Ssa se hará cargo de la nómina de trabajadores y de todas las áreas que requieren ser fortalecidas para mejorar la calidad de la atención médica.
El funcionario comentó que el propósito es lograr durante este sexenio la unificación del sector con pulcritud y sin violentar los derechos laborales ni los intereses de los derechohabientes, tomando en cuenta que el Seguro Social es un organismo tripartita, en el cual las decisiones son tomadas de manera conjunta por el gobierno, los patrones y los trabajadores.