La reforma laboral es tan compleja y de gran calado que, aunque haya presiones de Estados Unidos para que sea aprobada antes de que se ratifique el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se requiere tiempo y un gran diálogo social para que patrones y sindicatos se pongan de acuerdo, porque a final de cuentas somos a quienes afectará en la vida diaria, advirtió Lorenzo Roel Hernández, presidente de la comisión laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Admitió que si no se cumple la legislación que será aprobada, habrá riesgo para las exportaciones mexicanas hacia Canadá y Estados Unidos, porque el T-MEC prevé sanciones económicas.

Por ello, insistió, se necesita tiempo para lograr una legislación bien estructurada que pueda cumplirse.

Roel Hernández expresó que la libertad de asociación y negociación colectiva de los trabajadores que se pactó en el T-MEC es una medida inequitativa, porque el anexo 23 sólo es obligatorio para México.

La postura de México es cumplir ese anexo, aseguró, pero dudó que la reforma esté lista antes de que termine el periodo ordinario de sesiones, este mes, porque la discusión legislativa en ese y otros temas se retrasó mucho por la oposición magisterial a la modificación educativa.

El representante del sindicato patronal detalló que la reforma laboral contempla tres aspectos: el cambio constitucional en materia de justicia laboral, el capítulo del T-MEC y el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, referente al derecho y libertad de asociación y negociación colectiva, que tiene tres componentes: un trabajador podrá sindicarse, no hacerlo o dejar de pertenecer a un gremio si así lo desea.

Además, la participación mediante voto libre y secreto en los contratos colectivos.