Domingo 7 de abril de 2019, p. 5
El anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la Guardia Nacional (GN) será encabezada por un militar en activo contradice directamente la definición que se votó en el Senado a finales de febrero –con el apoyo de Morena– de que el nuevo agrupamiento tendría un mando civil, y demuestra que los diálogos para llegar a ese resultado fueron una burla y una simulación
.
Así lo afirmaron integrantes de organizaciones de defensa de los derechos humanos, quienes advirtieron que la decisión del mandatario fue tomada de manera unilateral para continuar con una estrategia de seguridad fallida basada en la participación de las fuerzas armadas en tareas para las cuales no están capacitadas.
César Pérez Verónica, director ejecutivo del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, enfatizó que el anuncio del mando militar en la GN es muy preocupante porque contraviene los acuerdos que ya se habían tomado (en el Senado de la República, en febrero pasado), y eso nos dice que este gobierno está faltando a su palabra, lo que genera desconfianza
.
Luego de considerar que la decisión de López Obrador fue tomada de manera arbitraria, unilateral y autoritaria
, el activista señaló que este tipo de acciones no benefician al país, sobre todo porque las fuerzas armadas han recibido múltiples acusaciones de violar los derechos humanos en el marco de la estrategia de militarización de la seguridad pública.
Los diálogos que se dieron en el Senado, donde hubo una participación preocupada de organizaciones de la sociedad civil y otros actores, a final de cuentas fueron una burla y un engaño, y eso es una mala señal para quienes confiaron su voto al actual Presidente
, lamentó.
Se apuesta de nuevo al paradigma de la guerra
Pedro Faro, director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, consideró por su parte que la iniciativa de GN que recibió el apoyo del partido de López Obrador fue una simulación
, porque se ha apostado de nuevo al paradigma de la guerra, al fortalecer a las fuerzas armadas y sostenerlas como un suprapoder
por encima de las autoridades civiles.
Se supone que el mando de la GN sería civil y que además habría un proceso de retirada del Ejército a sus cuarteles, y este anuncio más bien da evidencias de las acciones de capricho del Presidente, quien no escucha a los pueblos y a organismos capacitados que le están diciendo que por ahí no es el rumbo
, puntualizó el activista.