El horario de verano sí ayuda, ya que amortigua la demanda de energía eléctrica en la hora pico de uso, señaló el doctor José Ambriz García, académico de la UAM-Iztapalapa.

Experto en ahorro y uso eficiente de energía, explicó que nuestro sistema eléctrico cuando más energía requiere, es precisamente en las primeras horas de la tarde, cuando empieza a oscurecer.

Ese es el momento en el que más energía se necesita durante todo el día, ya que se prende la luminaria pública y la gente está regresando a sus hogares, al tiempo que hay empresas que siguen laborando”.

Esta medida ayuda a que la demanda baje en esas horas, pues se difiere el horario y ya no hay tanta coincidencia de demanda en el mismo momento. El horario de verano sirve para que la gente no encienda las luces al mismo tiempo que las de la calle, así que sí le ayudamos al sistema energético mexicano.

La energía eléctrica no se almacena, dijo, “se tiene que estar produciendo conforme se requiere; no está guardada en ningún lado. Si se necesita más luz, las centrales –termoeléctricas, nucleares, a gas, a carbón, solares e hidráulicas– deben proporcionarla”.

Por ello diferir la máxima demanda es benéfico.