Contra la triple viral
Domingo 31 de marzo de 2019, p. 26
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el periodo entre 2000 y 2016, la vacuna contra el sarampión evitó 20.4 millones de muertes, por lo que es una de las mejores inversiones en salud, en México han comenzado a promoverse iniciativas antivacunas en redes sociales, principalmente contra la triple viral –sarampión, paperas y rubeóla–, alertó Óscar Sosa Hernández, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria del Hospital Juárez de México.
En entrevista con La Jornada, destacó que las versiones que asocian la vacunación con casos de autismo no tienen ningún sustento científico
y recordó que el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas para el ser humano, pues el organismo multinacional estima que en 2016 generó cerca de 90 mil muertes.
Agregó que en otras regiones del mundo, como Europa y Estados Unidos, los movimientos antivacuna comenzaron a tener mayores repercusiones, principalmente en grupos que promueven una vida vegetariana o vegana que no tiene un efecto nocivo en la alimentación, pero sí en la salud cuando se rechaza la vacunación, pues no sólo se pone en riesgo a los menores y adultos que no se vacunan, sino a la población en general
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Al respecto, la Secretaría de Salud reconoció que en México ha disminuido su inmunización por debajo de 75 por ciento, pues entre 2015 y 2018 hubo ineficiencia en el Programa Nacional de Vacunación y desabasto de vacunas, lo que impidió la aplicación de 776 mil dosis, por lo que este año se preve aplicar 5 millones de vacunas contra el sarampión, enfermedad que sigue siendo una de las principales causas de muerte en menores de cinco años en el planeta.
El experto en epidemiología indicó que ante este padecimiento “no sólo los niños requieren vacuna, ya que es una enfermedad que exige tener refuerzos, por lo que si un adulto no recibió el esquema completo de vacunación, con la doble viral –sarampión y rubeóla– debe acudir con su médico familiar para consultar si requiere un refuerzo”, medida que no se aplica, dijo, para quienes ya han padecido este mal.
Las vacunas, insistió, son seguras, pues antes de su aplicación a la población se realizan exhaustivas investigaciones y no se liberan hasta confirmar, con bases científicas, que cumple su cometido de inmunización y que no representan un riesgo a la salud. Debemos insistir en que es mucho más peligroso el que se dejen de vacunar, que el buscar su protección con una vacuna, pues no existen casos registrados de efectos que pongan en riesgo la salud
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Sosa Hernández destacó que tanto en enfermedades como el sarampión y la influenza, la vacunación no genera un efecto inmediato de inmunización, pues en el caso de la influenza se requiere de un mínimo de dos semanas para que el cuerpo genere resistencia a la enfermedad
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