El multimedallista busca recuperar el título mundial
Sábado 30 de marzo de 2019, p. a11
Para estar entre los mejores del mundo y pelear por las medallas, Jorge Luis Martínez sorteó varios escollos y se demostró a sí mismo que podía alcanzar sus sueños: dejar Sonora, irse a Jalisco, entrenar en Italia, regresar de Europa, ponerse a las manos de un entrenador mexicano y conquistar dos metales mundiales, el oro y la plata en Nanjin, China, 2016 y 2017, en el patinaje sobre ruedas de velocidad.
En México hay talento, aunque lo que faltan son instalaciones adecuadas para la práctica, señala el único mexicano doble medallista mundial, panamericano en Toronto 2015 y campeón centroamericano en Barranquilla 2018, que se ganó el respeto con base en la perseverancia en un deporte que, además de ser costoso, tiene escasa difusión.
Convenció a su familia en Hermosillo después de la Olimpiada Nacional, donde ganó sus primeros metales en el 2000, y 10 años después dejar el terruño para irse a vivir a Guadalajara que le ofreció entrenar en una de los mejores patinódromos y estudios académicos era la oportunidad de oro que Jorge Luis no desaprovechó y el tiempo le dio la razón.
La práctica y el dominio de la técnica se combinó con el trabajo físico en el gimnasio para fortalecer las piernas y luego entrenar en una pista ovalada de 200 metros con velocidades de 50 kilómetros por hora en el Polideportivo Code Revolución, es lo que a diario realiza Jorge Luis para ser el mejor del mundo.
En 2013 comenzó a dar los primeros frutos en el ámbito internacional. Una medalla de bronce en los Juegos Mundiales de Cali en territorio colombiano, una de las potencias en el patinaje sobre ruedas, pero apareció el mexicano que hasta el día de hoy no ha dejado de subir a los podios del mundo y de Centroamérica, en especial.
Aunque tiene 11 campeonatos mundiales en su historial, Jorge Luis, de 31 años, se ha mantenido en los top ten. “Un cambio enorme de mucho aprendizaje. Recuerdo cuando pasaba temporadas en Italia para ser entrenado por Gregory Duggento y si no se podía él venía a México. Estaba pagado por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y fueron cuatro años. Cambié de técnico y ahora estoy con Omar Nava, de Jalisco, y con él logré la medalla de oro en China (2016) en 100 metros sprint y récord mundial de 9.73 segundos”.
A partir de su hazaña por ser el primer monarca del mundo que tiene México, las puertas se le abrieron. Ya nos voltean a ver y nos dan más presupuesto
, comenta el patinador que buscó el apoyo de un patrocinador coreano que lo dotara de la más alta tecnología.
“Mis patines son de fibra de carbono moldeado a la medida de mi pie (del 8) y tuve que viajar para que me los hicieran. Cada par cuesta 25 mil pesos y me duran medio año.
La Conade me da una beca para mis giras de preparación y material deportivo, como ruedas y casco. Es un deporte caro porque cada paquete cuesta 3 mil 500 pesos. En un mundial ocupó 10 juegos para cuatro pruebas
, explica.
Jorge Luis, quien terminó la licenciatura en negocios internacionales, está próximo a viajar a Alemania y regresará para competir en el Campeonato Nacional; sin embargo, la meta está fija en el Mundial de Barcelona en busca de recuperar el título perdido hace un año contra el español Ioseba Fernández y cerrar en los Juegos Panamericanos de Lima.