Por el mal uso de la fuerza pública en que incurrió el director operativo de la zona Centro al golpear con el puño cerrado en la cara a dos mujeres en Tepito, el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, dijo que ofrecerá una disculpa pública.

Al ser entrevistado, comentó que el operativo efectuado por 10 policías la tarde del domingo era de rutina, pues “procederían a cerrar una chelería que opera de manera irregular”, lo que generó el disturbio y la riña en la que las mujeres agredieron antes, junto con otras personas, a los uniformados.

Agregó que independientemente de cómo ocurrieron los hechos lo que me corresponde a nombre de la policía es ofrecer una disculpa por el mal uso de la fuerza pública, y reiteró que el responsable fue suspendido por la falta cometida.

Hasta el momento las dos mujeres golpeadas no han presentado cargos, pero la Dirección General de Asuntos Internos de la dependencia abrió de oficio la investigación al conocer el video que circula en redes sociales desde la tarde del miércoles pasado.

El jefe de la policía capitalina explicó que será por conducto de esa instancia que se determine si el mando policiaco se remite al Ministerio Público para enfrentar las acusaciones por el uso ilegal de la fuerza pública y por agresiones.

Mientras tanto, en la Comisión de Derechos Humanos local tampoco se han presentado las mujeres agredidas; su titular, Nashieli Ramírez, mencionó que se busca abrir una queja de oficio, pero es necesario el acompañamiento de las víctimas.

Justo por el abuso policial que se conoció en el video, al mediodía de ayer los comerciantes de Tepito realizaron un bloqueo intermitente sobre el Eje 1 Norte, a la altura de República de Argentina, para exigir justicia, respeto para las mujeres golpeadas y destitución de los uniformados involucrados.

Durante la protesta, que se prolongó por más de una hora, exigieron que no se criminalice a los vecinos ni a los comerciantes de Tepito. En las pancartas se leía: Si tocan a una, nos organizamos todas y Basta de discriminar a la gente de nuestro barrio.