Viernes 29 de marzo de 2019, p. 9
El gobierno de Estados Unidos tiene una política migratoria bipolar: abre mucho (en ingreso a extranjeros) y enseguida niega cualquier posibilidad, señaló Tonatiuh Guillén, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Hay una política migratoria bipolar. Por un lado abren mucho, mucho, mucho, y del otro lado niegan, niegan, niegan. Hay ahí una tensión tremenda… y factores de atracción y de expulsión”, dijo Guillén, minutos después de que el presidente Donald Trump emitió un mensaje para reclamar a su contraparte mexicana por no hacer nada
por contener el flujo migratorio del sur.
Durante el foro Inserción laboral, cívica y social del migrante en un México abierto, el comisionado lamentó el contexto de la actitud bipolar
y la intención de imponer un muro fronterizo que deja a México en sándwich
, como país de tránsito de miles de personas.
El funcionario se pronunció por el desarrollo regional y el fortalecimiento de la unificación familiar, como vías para atender el fenómeno.
Reiteró que un plan del gobierno actual es ampliar las herramientas de paso laboral y regional, para que este beneficio sea no sólo para guatemaltecos sino también para personas procedentes de Honduras y El Salvador.
El sacerdote Flor María Rigoni, de la Red de Casas del Migrante Scalabrini, señaló que las caravanas de migrantes –que han ingresado a México desde octubre pasado– no son un flujo más. “Es una primavera revolucionaria que nadie esperaba. Es un decir ‘basta a un modelo económico, político y social’”, dijo.
Subrayó que desde hace unos 10 años, el río de la migración se ha revuelto
, porque coinciden lo mismo migrantes que coyotes y buitres del crimen organizado.
El director de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Andrés Ramírez, reiteró la complejidad que enfrenta este organismo por las oleadas imprevisibles de solicitantes de refugio. Esta comisión pasó de recibir 29 mil 623 solicitudes en 2018, a 12 mil en lo que va de 2019.