Brasilia. La defensa del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió este martes al Superior Tribunal de Justicia (STJ) la anulación de la condena impuesta, sin que se presentaran pruebas, en el caso del tríplex de Guarujá, informó la prensa.

En julio de 2017 el entonces juez Sérgio Moro, actual ministro de Justicia, condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión por haber recibido, presuntamente, un departamento de lujo en Guarujá, estado de Sao Paulo, a cambio de la promoción de intereses de la empresa OAS en los contratos con la estatal Petrobras.

Según la imputación, como responsable de designar a los directivos superiores de Petrobras, Lula tenía un notable papel en el esquema delictivo de la operación Lava Jato (Lavado Rápido).

Esa red de corrupción propiciaba que grandes empresas nacionales convinieran para compartir los multimillonarios contratos de Petrobras, al sobornar a políticos y empleados de la compañía estatal.

Con dichos pagos, que nunca se probaron durante el juicio, el ex sindicalista supuestamente habría amueblado el departamento ubicado en el área litoral de Guarujá, señala la acusación.

La defensa de Lula pidió la anulación de esa condena ante la posibilidad de que el STJ juzgue en los próximos días el recurso protocolado el año pasado e insistió en que el expediente se envíe a la justicia electoral.

Tal solicitud se hace con base en la decisión del STF que confirmó la competencia de la justicia electoral para juzgar crímenes comunes conexos a las votaciones.

En otro orden, el presidente neofascista Jair Bolsonaro ordenó el pasado lunes realizar las conmemoraciones debidas en los cuarteles por el 55 aniversario de la asonada que el 31 de marzo de 1964 instaló una dictadura en Brasi.

Los festejos incluyen la lectura de un orden del día patrocinado por el Ministerio de Defensa, dijo el portavoz Otávio Régo en Brasilia.

El mandatario niega que la sublevación que derrocó al presidente João Goulart haya sido un golpe de Estado, pues afirma que ese movimiento de civiles y militares permitió derrotar a las guerrillas izquierdistas e impedir la instalación de un régimen comunista en Brasil.