Madrid. En una breve carta pública 41 senadores franceses procedentes de varios partidos políticos denunciaron la represión de la que son víctimas los legítimos representantes de Cataluña que fueron enviados a prisión y al exilio, al tiempo que denuncian la represión y las exageraciones del juicio en el Tribunal Supremo y llamaron a Francia y al conjunto de la Unión Europea (UE) a interceder para que este conflicto se resuelva por medio del diálogo.

Desde la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017, el movimiento independentista no había cosechado un apoyo internacional de importancia. Sus reiterados llamados a la UE y a la comunidad internacional para intervenir ante lo que consideran una crisis humanitaria, hasta hoy había caído en saco roto.

Los 41 senadores franceses, que firman el texto a título individual, advirtieron: como representantes de diferentes grupos políticos de la Alta Asamblea, hemos firmado un llamado por el respeto a los derechos fundamentales en Cataluña. Y pedimos una solución política a escala europea, al tiempo que denunciamos la represión de la que son víctimas los representantes legítimos de la Generalitat de Cataluña, encarcelados o condenados al exilio por expresar sus opiniones en el ejercicio de los mandatos que les confiaron los electores.

Entre los firmantes figuran miembros de La República en Marcha, partido del presidente de Francia, Emmanuel Macron, así como de formaciones de derecha, ecologistas y comunistas. Entre los senadores signatarios están Michel Amiel, Cathy Apourceua-Poly, Eliane Assassi, Esther Benbassa, René Danesi, Marc Daunis, André Gattolin, Guillaume Gontard y Didir Marie.

El gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, calificó el manifiesto de inadmisible y acusó que refleja una preocupante desinformación. Agradeció la inmediata respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, que explicó que sobre Cataluña, la posición de Francia es firme. Queremos el estricto respeto a la Constitución. Es un tema que incumbe a España y en el cual nadie puede inmiscuirse.