La cineasta mexicana, autodidacta, estrenará La camarista en Francia, Estados Unidos y México
Lunes 25 de marzo de 2019, p. a10
París. La crítica la tiene en su punto de mira desde que su ópera prima, La camarista, empezó su exitosa andadura por festivales, como los de Morelia y Marrakech. Lila Avilés, una directora sin estudios de cine, es una promesa de la prolífica industria mexicana.
De 36 años, trato jovial, Avilés se considera una outsider del cine. De pequeña, participaba en comerciales y le trazaron el camino de actriz. Estudió arte dramático y actuó en el teatro, pero al final terminaba escribiendo y dirigiendo las obras yo misma
, explica durante una visita a París.
Quería ir más allá
, asegura. Esta férrea determinación la llevó a lanzarse en su ópera prima. Sabía que iba a ser muy complejo pedir financiación sin haber estudiado cine, así que me puse a ahorrar
. Tardó siete años.
La camarista, que se estrenará en abril en Francia y México, así como en junio en Estados Unidos, es un retrato de una empleada de un hotel de lujo en la capital mexicana, una idea que le vino el día en que cayó en sus manos el libro de Sophie Calle El hotel, fruto de una experiencia de la artista francesa como limpiadora de habitaciones.
El mundo invisible de las personas que trabajan para que tu almohada esté perfecta
le fascinó. Primero escribió una obra de teatro, pero enseguida empezó a hospedarse en hoteles para saber más. Durante mucho tiempo, seguí a camaristas por todas partes. Había algo en la verticalidad de los hoteles que contenía la esencia de lo que es mi país: la diferencia de clases sociales
, señala.
Clave del éxito
Ese trabajo de fondo, que llevó varios años –mientras la filmación se redujo a 17 días–, es una de las claves del éxito de la cinta. Tras su estreno en el festival de Toronto el año pasado, ganó el premio a la mejor película en el encuentro de Morelia, así como el galardón del jurado en el de Marrakech. También fue seleccionada en la categoría de nuevos directores en San Sebastián y este mes competirá en el Festival Cinelatino de Toulouse, en Francia.
Una revolución mexicana
, la definió la prestigiosa revista Variety, Un nombre que hay que seguir de cerca
, escribió, por su parte, Screendaily.
La película no tiene un argumento muy rebuscado, la historia es sencilla, pero tiene muchas capas
, agrega Avilés.
En el universo cerrado de este hotel minimalista y aséptico, la joven Eve (Gabriela Cartol) ejecuta metódicamente sus tareas, cumpliendo las órdenes de sus superiores y soportando con estoicismo el desprecio de algunos clientes, con el objetivo de que la promuevan y le confíen el piso 42, reservado a los VIP.
Las pequeñas frustraciones de esta vida insignificante se van acumulando en el fuero interno de Eve, cuyo sufrimiento se revela cada vez que llama por teléfono a su hijo de cuatro años al que apenas ve.
A lo largo del filme con tintes de documental, el espectador descubre paulatinamente un personaje que encarna la desigualdad social. Me interesaba hablar de esta clase. Es el potencial de México: gente honesta que trabaja como loca para sacar adelante a su familia
.
La temática es sorprendentemente similar a Roma, de Alfonso Cuarón, que también rinde homenaje a una figura invisible de la sociedad, la niñera.
“Es muy loco. Ambas películas salieron de la mano y La camarista es como la amiga pequeñita de Roma”, sostiene.
Avilés acaba de finalizar el guion de su segunda película, basada en una historia personal. Hollywood, asegura, la está llamando con propuestas de dirección.
Sin embargo, quiero seguir escribiendo, decir lo que tengo que decir y luego ya veremos
.